miércoles, 26 de diciembre de 2012

Tú eres la semilla del cambio




Seguimos avanzando en la “evolución” del ser humano olvidando que lo único que estamos haciendo es prolongar la convivencia con el miedo a vivir en amor entre todos  nosotros.

Seguimos convencidos de que debe producirse un cambio olvidando que dicho cambio nace en cada pensamiento, palabra y acto que desarrollamos durante cada segundo de nuestra existencia.

Seguimos esperando un cambio que podría estar naciendo aquí y ahora si decidiésemos pensar, comunicar y existir más amorosamente cada instante de nuestra vida.  

Y seguimos…

Cada día somos más los que hemos descubierto estar viviendo en un sistema que nos invita a estar dormidos, a manifestarnos desde el miedo, a un sin vivir que lo único que nos proporciona son destellos de esa dicha que es nuestra verdadera naturaleza.

Cada segundo seguimos abordando el día a día mirando el reloj en pos de un nuevo placer o de una nueva distracción olvidando que la dicha de vivir nace en el sencillo acto de respirar, estar y percibir la vida tal cual se desarrolla. Olvidando que la dicha nace en el sencillo compartir estar uno al lado del otro, de cerrar los ojos y comenzar a captar todo desde loso ojos y la sabiduría del corazón.

La dicha de vivir nace cuando decidimos exponernos de forma auténtica, de forma natural y sincera hacia los demás a pesar de la falta de costumbre y de ir en contra de lo que el sistema enseña.

Olvida por un momento todo y expresa de verdad desde tu interior sin memoria, sé amor sin tener que saber qué es o cómo se expresa, déjalo salir sin más a ver que ocurre. Es posible que te sorprenda saber que tú siempre has sido un maestro del amor, oxidado por el tiempo que llevas sin expresarlo. Y si ya lo eres y eres consciente de ello, además de tener buen rodaje tras tus espaldas, proyéctalo junto a todos los que ya lo están haciendo disfrutando de compartir tu valentía de estar en amor.   

La mayoría de nosotros, semillas divinas del amor, estamos estancados en un sistema mental que nos impide convertir todo lo que somos en el verdadero paraíso que la divina providencia ha dispuesto para nosotros. Un contexto donde, si cada ser humano que naciese, fura respetado como un alma divina, bailaríamos en amor, cantaríamos de placer, y sostendríamos el conocimiento de que todos somos una gran familia, la cual, puede apoyarse en la máxima de que LA LLAVE ES AMAR, sin más. Si cada uno de nuestros pensamientos, palabras y actos fueran proyectados desde esta verdad, el PARAISO, renacería ante  nuestros ojos.

A la espera de que pase de una forma global, os invito, hermanos míos a que cada uno de nosotros mantenga su granito de amor, lo ponga a partir de ahora con más constancia o se abra a manifestarlo de vez en cuando.

¡¡¡Sería mucho más divertido vivir, sabiendo 
que el amor es la nota preponderante!!!

sábado, 8 de diciembre de 2012

La pinza: una forma intensa de estirar la espalda




Los  distintos asanas que invita a experimentar el arte del yoga tienen profundos efectos sobre el cuerpo y la mente. No podemos hacer algo con el cuerpo físico sin que esto afecte a la mente y cuando añadimos conciencia sobre lo que estamos haciendo el efecto es aun más poderoso. De ahí el profundo y duradero efecto que puede llegar a tener la práctica de yoga en nuestra vida.



La pinza es un asana clásico que suele estar incluido en la mayor parte de las sesiones de yoga. Cuando uno se acerca a este asana y comienza, a través de la práctica diaria, a sentir el profundo efecto que tiene en el cuerpo, se da cuenta de que hay pocas formas más profundas de estirar todos los músculos de la espalda.

La introspección en la que nos embarcamos cuando hacemos este asana es muy intensa. Es un asana en el que aprendemos a interiorizar, a observar qué hay en nuestra mente, a conocernos con más intensidad.

A nivel muscular, añadiendo algo más a lo que ya sabemos sobre el estiramiento de la espalda, debemos decir que los dos nervios ciáticos reciben una uniforme (siempre que los pies estén juntos y a la misma altura, además de llevar la punta de los píes hacia arriba) estiramiento desde su zona sacra hasta la puntas de los pies.

Otras zonas musculares que reciben estiramiento son los cuadrados lumbares, el iliocostal, el dorsal, el trapecio inferior, el glúteo, los isquiotibiales y gemelos, entre otros.

La presión que ejerce este asana en la zona abdominal, con el consecuente masaje en todos sus órganos, es de inestimable beneficio para estimular, desintoxicar y mejorar el funcionamiento del hígado, estómago, páncreas, bazo e intestinos. La vejiga, aquí, recibe un profundo masaje gracias a la contracción del psoas iliaco y cuadriceps, sin olvidar que esta presión y masaje podemos ampliarla aplicando una llave energética activando los músculos pubocoxigeos.

La práctica de yoga, más allá del beneficio sobre el cuerpo físico, puede llegar a  aclarar el cielo que cubre tu mente para, un día y sin saber cómo ha llegado, encontrar la luz que tan dichoso nos hace a todos. Hablo de estar simplemente “en paz” de tener “calma y sosiego en tu interior” de saber que “tienes el poder de seguir aportando calma y equilibrio a todas las cosas animadas e inanimadas que te rodean”.

Un abrazo de luz. 

jueves, 29 de noviembre de 2012

El profundo cambio que puede provocar hacer yoga




Vivimos tiempos donde cada vez es más necesario recuperar el bienestar. Gracias al sistema donde vivimos, cada vez son más los casos de personas que pierden el rumbo o que sobrepasan el límite de estrés que el cuerpo puede soportar, dando lugar a estados de tristeza, desesperanza y desconexión con la verdadera naturaleza del ser humano.    

Pero, ¿dónde está la solución?

Lo primero que necesitamos es ser consciente del sufrimiento que arrastramos, del malestar en el que estamos embutidos y de la desconexión a la que hemos llegado. Una vez que somos conscientes de nuestro constante malestar podemos comenzar a dar pasos hacia una nueva situación, descubriendo sobre la marcha, los elementos que debemos poner en juego para evitar volver al extremo donde nos encontrábamos.

¿Eres consciente de que estás acelerado, de que eres infeliz y de que tu vida es un caos que no te permite estar bien? Este es el primer paso que hay que dar para poder volver a conectar con nuestra verdadera naturaleza divina, en la que la dicha es el estado normal.

La práctica diaria de yoga nos proporciona la oportunidad de ser conscientes del estado físico, mental, emocional y energético en el que nos encontramos.

Por otro lado, el bienestar que proporcionan las sesiones, además de la concentración que nos exige en la respiración, control mental y emocional, nos ayuda a recuperar  el equilibrio que necesitamos tener para crear una frecuencia energética saludable en la que podamos estar felices.

Si aún sigues escuchando en tu cabeza “tengo que cambiar mi vida” es que aún no has comenzado a transitar el sendero hacia ese cambio, sino que, estás observando una parte de tu malestar y sufrimiento.

En cuanto comiences con tu práctica personal, dicho pensamiento será relevado por otros como “Soy consciente de que mi estilo de vida es insalubre y de que ya estoy cambiándolo” “Soy consciente de que debo respirar conscientemente para estar mejor” o incluso el que llegará más adelante con la práctica “Ahora sé cual es el camino y sólo debo seguirlo”.

Gracias a tu practica, cuerpo, mente, emociones y energía irán reencontrándose en un estado de ser, presente y sosegado, que se manifestará en una mayor facilidad para comprender, proceder con compasión, sonreír, abrazar y por supuesto, manifestar amor con mayor fluidez en todo lo que piensas, comuniques y hagas.

El camino hacia la mejora hay que comenzarlo desde los sencillos pasos que te va a ir invitando a hacer tu práctica personal, pues, el sólo hecho de hacer yoga todos los días te va a obligar a hacer algunos cambios importantes en tu vida actual, dando lugar a otros poco a poco que te permitirán crear pilares sólidos sobre los que apoyar una vida sencilla, dichosa y llena de armonía.

Con el tiempo tendrás la sensación de querer hacer modificaciones en tu alimentación, en tus hábitos de vida, amistades, entre otros. Y es que la vida se apoya en esas cosas que “parecen insignificantes” pero terminan siendo esenciales como son ser más consciente de la respiración, rodearnos de personas que aman desde el corazón a pesar de haber estado heridas, tomar alimentos energéticos que lleven la fuerza de la madre Tierra y respeten la vida de otros seres como nosotros, sonreír por saber que la risa sana y amar por el placer de poner en práctica algo que nos ha sido concedido por la divina energía creadora.

Te amo.


lunes, 19 de noviembre de 2012

“Me duele arriba, en la espalda. El trapecio”




Todos hemos sentido alguna vez el incómodo dolor del músculo trapecio, o lo que es más conocido como dolor de la parte baja del cuello o de la parte alta de la espalda.

El trapecio tiene una serie de zonas que son más vulnerables a las lesiones tipo nudos musculares, desgarros y similares, provocados por acciones inconscientes, posiciones inadecuadas mantenidas largos periodos de tiempo o actividades que cargan demasiado dicha zona muscular.



En muchas ocasiones y por la urgencia de volver a recuperar la “salud” recurrimos a medicamentos o a un acto de ceder nuestro poder a otra persona en la que apostamos nuestra inversión, como puede ser un masajista u fisioterapeuta que soluciona temporalmente nuestro problema, por que todos sabemos que ir a la lesión física directamente (y hay casos graves que necesitan de ello para poder seguir sus actividades diarias) no soluciona el origen que ha provocado dicha lesión si no se trata el origen de dicho síntoma. 

Pero, ¿qué otra cosa puedo hacer ante un dolor tan incómodo?

Lo primero que tenemos que hacer es tomar el poder sobre nuestro cuerpo comunicándonos con él de forma directa, constante y consciente. Para conseguir ir habituándonos a estar en contacto con nuestro cuerpo y escucharlo va a ser muy importante comenzar nuestra propia práctica personal.

“Hacer yoga todos los días nos puede permitir tener una comunicación directa, transparente y efectiva con nuestro cuerpo, creencias, emociones y energía vital, que es lo que, finalmente, la razón de nuestra salud y bienestar”.

Hacer yoga todos los días nos va a proporcionar una base sólida para poder abordar todos y cada uno de los síntomas que vayamos experimentando, de una forma consciente, paciente y muy efectiva. Y esto no va a evitar que nuestro cuerpo siga manifestando síntomas, como tampoco podemos parar las guerras por ser pacíficos, aunque nos va a permitir saber abordarlos de una forma más paciente y responsable, comprendiendo que nosotros lo hemos provocado y nosotros podemos sanarlo.

Hay dos formas de verlo: tú tienes poder sobre el síntoma y lo sanas o tú no tienes poder sobre el síntoma y pides ayuda para que “otro” te quite el síntoma. Yo apuesto a que todos podemos ejercer nuestro poder individual, aunque para ello tengamos que recorrer un largo camino hasta tener el hábito de hacerlo casi de forma inconsciente.

Si actualmente sufres de dolor en esta zona muscular, te sugiero que lleves un poco de atención todos los días al síntoma desde la perspectiva "tomo la responsabilidad, te escucho y me abro a hacer lo que permita que te marches, es decir, a dejar de hacer lo que te mantiene ahí". Este mismo enfoque puedes añadirlo a tu practica personal, comprendiendo que la zona afectada necesitará tanto contracción como estiramiento, alargando el tiempo de los asanas en los que se estira la parte baja, media o alta de dicha zona muscular en el aspecto físico y llevando mucha atención a todo lo que surja en tu mente durante la práctica, para descubrir la razón de la manifestación del dolor y lo que debemos hacer para sanarlo. 

Todo esto llevará su tiempo pero, si lo haces bien, la sanación no será sólo de esa zona, sino, de muchas otras, pues, todo está conectado. 

A continuación te voy a mostrar donde se contrae y donde se relaja la parte alta de la espalda:

Asanas en los que se contrae: 

























Asanas en los que se estira:









Un fuerte abrazo y espero de todo corazón que tu salud mejore.  



martes, 13 de noviembre de 2012

Reencontrarse con uno mismo para despertar de la ilusión




Pasan los días, el tiempo sigue su rumbo marcándonos ese final que todos estamos condenados a vivir, pero, ¿quién habrá tenido la sensación de haber vivido una vida real?

Pasan las estaciones y seguimos dejando que la mente domine nuestra vida, permitiéndola que siga zarandeándonos entre el pasado y el futuro, sin darnos un instante para percibir el instante mágico del presente donde sucede todo.

El arte de estar presente es una habilidad que se va alcanzando día a día con la práctica, con la iniciativa, disciplina y perseverancia suficiente hasta lograr despertar del sueño mental en el que hemos sido introducidos de niños, mucho antes de madurar un alma amorosa.

¡Debes comprender que tú has sido programado mentalmente
para estar dormido y vivir una ilusión mental!

Pero, ahora que sabemos que existe una llave hacia el despertar de la ilusión, solo tenemos que comenzar el camino día a día, poco a poco, hasta que seamos conscientes del circo planetario en el que estamos envueltos y en el que cada pensamiento, palabra y acto lo fortalecen o debilitan.

Si deseas aportar tu granito de arena al bienestar de todos los seres de este planeta, despierta y se consciente del juego mental en el que te has embarcado desde hace mucho tiempo, sin haber podido degustar conscientemente la verdadera vida para la que hemos sido enviados a este planeta.

¡Tú eres un ser divino, de inmenso poder que ha nacido para
amar y compartir la belleza de este inmenso planeta en el que vivimos!


Pero el miedo y la incertidumbre, la falta de costumbre a percibir el verdadero paraíso, nos impide despertar, y si no tenemos la suficiente iniciativa y fe para hacerlo, será complicado que se produzca.

Camina con disciplina, con fe y aumenta tu atención a la respiración hasta que la luz se haga en tu camino, hasta que el amor desborde tu vida y descubras la ilusión en la que has estado viviendo.

La vida es algo mucho más sencillo donde para vivir la experiencia de existir en el plano físico de este planeta sólo necesitamos cubrir unas mínimas necesidades para, desde ahí, desplegar el inmenso universo de vitalidad, energía y posibilidades que nos brinda un cuerpo y una mente alineadas.

¡El día que tú despertar sea prolongado comprenderás que el
único instante que siempre ha existido es el que ahora estamos
compartiendo, en el cual, todo ocurrió, ocurre y ocurrirá, por ello,
VIVELO Y SÉ PARTE DE ÉL!


lunes, 12 de noviembre de 2012

Yoga = Elasticidad, fuerza, resistencia y equilibrio.




Es difícil encontrar una práctica tan completa como el yoga. Podemos encontrar prácticas que trabajan la fuerza y la resistencia, la elasticidad y el equilibrio, pero, los cuatro elementos son difíciles de fundir en una misma práctica.

El yoga, logra fundirlos en uno, sin olvidar que su finalidad no es solo la mejora del cuerpo físico, sino, mejorar el funcionamiento del cuerpo físico, mental, emocional y energético.

No podemos reducir el efecto y los beneficios del yoga a estos elementos sin más, sino, que la continua, perseverante y disciplinada práctica nos terminan llevando a estados muy elevados de presencia, a través de los cuales, podemos optimizar nuestra energía y estancia en la vida.

Muchas personas buscan trabajar dos de estos elementos por la creencia de necesitarlos, sin darse cuenta de que el yoga es una de las vías más eficaces para tocar todos y cada unos de los palillos que uno necesita para tener un cuerpo en perfectas condiciones para vivir en armonía y hacer de la vida una dicha.

El estado de dicha es la finalidad última de este arte milenario. Alcanzar dicho estado supone despertar a una nueva forma de utilizar el pensamiento, proyectar la palabra y desarrollar nuestro servicio con la máxima garantía de eficacia, armonía y cariño.





¡Comienza a hacer yoga y mejora tu vida desde ya!


martes, 6 de noviembre de 2012

“Quiero bajar de peso” ¿Puedo lograrlo haciendo yoga?




Vivimos en una cultura donde el cambio de hábitos alimenticios y la baja calidad de los alimentos que aportamos a nuestra dieta fomentan la enfermedad y una de las formas en las que se manifiesta es en la del conocido "sobrepeso".  

No cabe duda de que una cierta cantidad de grasa es necesaria y hasta saludable, ya que es una fuente de reserva energética, además de una protección contra los cambios climáticos, pero un exceso de grasa termina siendo un problema para la salud. 

Pero, ¿qué ocurre cuando comenzamos a acumular demasiada grasa? El exceso de grasa es un síntoma de que en nuestra vida hay demasiada tierra, demasiada depresión, demasiada baja energía, demasiada pereza, demasiado estancamiento. 

Antes de ir al origen de nuestro exceso de grasa, lo primero que tendremos que hacer es reconocer que dicho exceso de grasa nos impide estar bien a nivel físico y mental. Desde ahí podemos ir al origen. 

Antes de abordar el problema voy a decir algo que debe ser comprendido con mucha profundidad: 

“Las personas que tienen en su naturaleza la tendencia a engordar, la van a conservar durante toda la vida, ya que es parte de su naturaleza vital”

Esto quiere decir que, pase lo que pase, su cuerpo tendrá más facilidad que otros para engordar. Ahora bien, una vez que comprendes que es tu naturaleza puedes incluir en tu vida una forma sabia de relacionarte con ella para crear salud y una vida saludable. La grasa al final no es un problema, es el exceso. Repito, la grasa en la cantidad razonable es síntoma de salud.

La práctica de yoga te permite elevar tu capacidad de ser más consciente de todo lo que piensas, hablas y haces, pudiendo, de esta forma, controlar nuestras tendencias vitales. A través de la práctica de yoga podemos llegar a ser mucho más conscientes de nuestra naturaleza vital concreta y así comunicarnos con ella con más fluidez, flexibilidad, pero también,  con más control y eficacia.

La personas con sobrepeso, tenderá a la pereza, el picoteo entre comidas, los alimentos dulces, además de pensamientos depresivos, de baja autoestima, sin olvidar incluir hábitos sedentarios y conductas que, al final, sobrecargan nuestro ya sistema vital lento y pesado. 

En muchas ocasiones, las personas con tendencia al sobrepeso, caen el lado opuesto, el exceso de actividad, como una forma de huir de su naturaleza, provocando con ello, además de sobrepeso, un aporte gratuito de estrés.  

Una vez que somos conscientes de que nuestra naturaleza vital cuenta con esa tendencia, podemos ir a poner en juego nuestra táctica para equilibrarla y esto tendremos que tenerlo en cuenta mientras existamos en el cuerpo en el que habitamos.

Generalmente queremos tener salud, como es normal, y ser felices, pero, nos cuesta demasiado tomar las decisiones oportunas y acompañarlas con la acción pertinente. Si deseas cortar el suministro de grasa y comenzar a perder el exceso de la que ya tienes, tendrás que hacer un gran esfuerzo, sacrificio y algún que otro cambio en tu vida. Pero, si lo que deseas es tener control sobre tu naturaleza, tendrás que, además de hacer dichos cambios, mantenerlos durante tu vida. 

A continuación te voy sugerir una serie de consejos, que, aunque no tienen por que solucionar tu situación, podrían evitar que vaya a más y así darte un poco de oxigeno para tomar otra serie de decisiones, ya con un experto, en lo que respecta a ordenar tu vida y hacer de ella una experiencia saludable:

  1. Para empezar, comienza a hacer yoga. Para las personas que tienen sobrepeso,  las tardes es el tiempo donde la pereza y la pesadez son más fuertes, por lo que puede ser su elección, aunque se puede realizar igualmente por las mañanas temprano, tiempo en el que tendremos que superar la pesadez con la que solemos levantarnos. 

  1. Comienza a evitar alimentos grasos, pesados y come menos cantidad y a las horas en las que tu cuerpo puede dirigirlos bien. Come sólo cuando tengas hambre y reduce los alimentos refinados y dulces. Añade un poco de sabor picante a tus comidas, esto te permitirá elevar el fuego digestivo para  acelerar el proceso de gestión de las grasas que ya tienes acumuladas.

  1. Comienza a añadir hábitos mentales que te inviten a elevar tu energía corporal, como son pensamientos que te ayuden a tomar iniciativas físicas más activas. “Si deseo convivir con mi tendencia a acumular grasas, debo ser más activo físicamente manteniendo un equilibrio” esto te invitará a aplicar actividades que requieran un aporte energético mayor, como yoga con asanas de fuerza, correr, bici, o algún deporte de grupo. “Si comprendo que mi tendencia mental es a lo estático, debo comenzar a añadir hábitos más dinámicos en mi vida, con los que poder satisfacerme de mi mayor grasa y aporte energético”. Esto, de alguna forma, te ayudará a aplicar más dinamismo en todo lo que hasta ahora haces, más actividad física que puedas añadir a tus hábitos diarios, manteniendo siempre un equilibrio para no entrar en el exceso de actividad que he comentado antes en la posible tendencia opuesta de las personas con sobrepeso. Como ejemplo, alguien que tome las escaleras mecánicas en el metro, podría empezar a subirlas a píe, o hacer unos estiramientos en vez de apalancarse enfrente del ordenador para jugar un juego de guerra.

  1. Comienza a añadir el hábito de observar la tendencia a emociones negativas, depresivas, de baja autoestima, dándote el poder de, observarlas de forma neutral, como el “anciano que vigila al niño que juega”, rodándole así su poder sobre ti y concediéndote el poder, por lo tanto, de desarrollar una nueva forma de gestionar las emociones, las cuales, son en gran medida las que nos invitan a sabotear nuestros planes de comidas, nuestras necesidades reales de alimentos (los dulces son una forma de castigarnos). Las emociones se llegan a canalizar cuando son observadas hasta el punto de permitir que dejen de tener poder sobre nosotros.

Espero que el artículo haya sido de tu agrado y te haya aportado algo útil.

Un abrazo inmenso. 

miércoles, 31 de octubre de 2012

Yoga, más allá del cuerpo, hacia la felicidad.



Vivimos en un momento en el que la palabra “Yoga” comienza a expandirse, aunque, la idea que hay sobre ella es aún confusa y más aún la manera en la que hay que abordar su práctica. Con el yoga trabajamos el cuerpo desde un enfoque global en el que no dejamos nada fuera, pudiendo así adquirir ese fruto tan deseado al que sólo los más disciplinados, perseverantes y empapados de fe llegan, la dicha.

La razón por la que las personas se acercan a este arte suele ir motivada por una necesidad física, aunque en muchas ocasiones viene camuflada por una necesidad personal que, aunque no expresemos, podemos adivinar como la más alta necesidad de cualquier ser humano, ser felices. Pero, ¿es que el yoga nos permite llegar a ser felices?

Creo que la mejor forma de abordar esto sería definiendo algunos aspectos de lo que para todos significa ser felices y para ello voy a dejar caer una serie de rasgos o propiedades de este estado de ser. Por ello cuando uno esta feliz tiene:

Energía, salud, una actitud positiva, equilibrio, ganas de vivir y de compartir con los demás, capacidad de estar bien con uno mismo y con los demás, creatividad, capacidad de sonreír y de reír, capacidad para amar, una apertura a comprender más allá de la mente, iniciativa para tomar decisiones importantes, además de tender a tener una visión global de todo lo que le rodea y una gran coherencia en lo que a pensamiento, palabra y acto se refiere.

He dejado caer sólo algunos de los aspectos de, y creo que estamos de acuerdo, una persona feliz, pues, seguro que podemos encontrar muchos otros, aunque, para englobar todos aquellos que se nos puedan ocurrir, diremos que una persona feliz es aquella que vive cada instante de su vida desde una presencia amorosa, comprensiva y plena. Dicha persona muestra, en su espontánea presencia, alegría y ganas de compartirla.

La práctica de yoga nos lleva hacia este estado, pero para poder alcanzar este máximo objetivo tendremos que hacer un trabajo que toque todas y cada una de las parcelas en las que habitamos. En el plano físico, tendremos que aprender a conocer el cuerpo, amarlo y mantenerlo en forma. En el plano mental, tendremos que hacer un trabajo de limpieza y reestructuración de nuestro sistema de creencias, haciéndolo más amoroso, flexible y dispuesto a adaptarse a los cambios. En el plano emocional, tendremos que estar abiertos a aprender a canalizar toda la herencia que arrastramos para pensar, hablar y hacer de una forma amorosa con constancia y sabiduría. En lo que respecta al cuerpo energético, podemos abrirnos a estar más atentos a sus mensajes, al nivel en el que vibramos, partiendo por observar con más atención la intención con la que vivimos y nos expresamos, dando más poder al corazón sobre nuestra vida.

La práctica continuada de yoga nos permite elevar nuestra capacidad de equilibrar nuestra forma de pensar, expresarnos y existir, y no cabe duda de que si somos capaces de unificar y crear coherencia entre estos tres senderos de existencia que al final convergen en un único resultado común, haremos de la felicidad  nuestro común estado de existencia.

Tiene trabajo, como no, como lo tiene adquirir la habilidad de controlar un asana de equilibrio, o dejar de comer alimentos que perjudican nuestra salud, pero, es posible. Para ello tendremos que tomar decisiones y añadir disciplina, constancia y fe, saboreando cada nuevo paso que demos en la vida.

Tenemos que, en primer lugar, comprender que nuestra vida está apagada, que no somos dichosos, para, desde ahí, comenzar a aplicar cambios, poner en marcha nuestra práctica e ir añadiendo cambios en todos nuestros cuerpos existenciales para lograr una vida dichosa.

Los resultados suelen ser rápidos, aunque hay un obstáculo que nos hará dudar, desequilibrarnos y perder el rumbo, el miedo, cuestión que también la práctica de yoga nos ayuda a enfrentar, comprender y quitarle el poder que siempre ha tenido sobre nuestra vida. No es cuestión de dejar de tener miedo, sino, de observarlo como algo que nos ha acompañado desde que lo hemos heredado, para, poco a poco, ir sacándole ventaja, evitando que anule nuestras decisiones y pasos en la vida.

Practicar yoga, como vemos, es mucho más que ir a un centro, a clases particulares o a un retiro de yoga, pues, puede hacer de  nuestra vida, si lo incluimos en nuestra forma de verla, un nuevo nacimiento de nuestra verdadera esencia de ser.

Un abrazo infinito.

martes, 30 de octubre de 2012

Asanas invertidos: su poder sobre el sistema circulatorio.




Todos los que practicamos yoga sabemos lo importante que es incluir en las sesiones asanas de inversión. Pero, ¿qué es realmente un asana de inversión?

Por regla general, todos, tras levantarnos e iniciar el día, sometemos a nuestro cuerpo a la posición normal de estar de pie o sentado. Esto quiere decir que el corazón debe bombear la sangre con la suficiente fuerza como para hacerla bajar hacia los pies (en este tramo es ayudado por la fuerza de la gravedad) y, desde ahí, continuar hasta el corazón de nuevo (en este tramo debe contrarrestar la fuerza de la gravedad). El segundo tramo, el que va de los pies a la cabeza es además el que recibe menos fuerza de propulsión debido a que está más alejado de la bomba o corazón que lo impulsa.

Las inversiones, sitúan, dependiendo del asana, los pies, la cabeza o la cintura por encima del corazón, lo que facilita que en el primer tramo de impulsión, que es en el que el corazón bombea con más fuerza, pueda contrarrestar la fuerza de la gravedad para luego ser ayudado por ella para devolver con fuerza la sangre al corazón.

La naturaleza es sabia y si tenemos en cuanta que la mayor parte del tiempo estamos sentados o de pie, comprenderemos por qué el corazón está debajo del cerebro. Es muy sencillo y es que desde esa posición el corazón bombea en el tramo que tienen mayor fuerza para contrarrestar la fuerza de la gravedad hacia el cerebro, para que, en el segundo tramo que está más alejado y tiene menor fuerza, sea ayudado a llegar al corazón por la fuerza de la gravedad. El cerebro, y todos estamos de acuerdo, es de suma importancia para enfocar, ordenar y vivir la vida.

Pero, hay otros órganos como el hígado, estómago, páncreas e intestinos, por no nombrarlos a todos, que se benefician cuando hacemos inversiones.




Aunque, los pies y las piernas son la parte del cuerpo que más necesitan las inversiones, pues son las más proclives, por su posición con respecto al corazón (la bomba del sistema circulatorio) al estancamiento, dando lugar a problemas circulatorio, varices, pesadez, retención de líquidos, entre otros.

Ahí dejo algunos ejemplos de otros ásanas de inversión sencillos, a parte de los que muestro en los vídeos adjuntos, sin olvidar a todos aquellos que sean principiantes, acudir a un instructor que les acompañe en el arte del yoga antes de comenzar a dar tus propios pasos con solvencia.
















Un abrazo inmenso. 

P.D. Sugiero echar un vistazo a este artículo: 

http://glebloginov.blogspot.com.es/2015/03/sirsasana-postura-sobre-la-cabeza.html?spref=fb


viernes, 26 de octubre de 2012

El poder de hacer yoga




Al principio, hacer yoga es una actividad que, y no hay que despreciarlo, nos transmite pequeños destellos de placer. Pero si uno continúa practicando y comienza a dar sus propios pasos, haciendo de la práctica un hábito personal, puede terminar encontrando un fruto mucho más sabroso que cualquier sensación física de placer que podamos encontrar durante las sesiones de yoga. Dicho fruto es comprender, crear y permanecer en un estado de presencia en el que tu cuerpo, tus pensamientos, tus emociones y tu energía caminen en perfecta armonía.   

Crear tu hábito personal es de suma importancia para, desde él, hacer que el estado de yoga se convierta en el puente que te permita atravesar la mente y esclarecer el sentido de la vida y de esa palabra que tanto se usa en estos tiempos, AMAR.

El cuerpo es el vehículo a través del cual una mente clara y enfocada puede llegar a manifestar ese amor que algunos maestros y maestras nos han hecho llegar en forma de palabras y que, no dudo, pudieron manifestar en vida. Hasta ahora hemos tendido a  idolatrar a esos pocos maestros apartándolos de nuestro camino, subiéndolos a un pedestal y haciendo de ellos algo “distinto” a lo que creemos ser nosotros.  

Tú eres un maestro y el poder que tienes es inmenso. Cada pensamiento, palabra y acto que desarrollas en la vida es de suma importancia. Decide despertar y permite a tu maestro mostrarse haciendo de "amar" tu forma más auténtica de vivir.  

La práctica diaria de yoga te puede ayudar a desvelar el camino que debes recorrer y la tierra donde puedes plantar las semillas hacia la manifestación de la verdadera esencia que tenemos dentro de nosotros, que la divina providencia manifiesta a través de nuestra existencia.

Solo aquellos que tengas la disciplina, perseverancia, fe y necesidad necesaria tendrán la oportunidad de saborear el fruto de este bello arte que no es otro que el de “saber vivir en unión con todo lo que nos rodea y hacernos dignos de la vida que estamos manifestando”.

Para darte una referencia práctica, debo decirte que mis días comienzan igual que los tuyos, hermano, levantándome de la cama pero, si hay alguna diferencia con respecto a lo que ambos hacemos, obsérvala y toma una decisión al respecto. Yo me levanto una vez que  mi cuerpo ha descansado y, desde ahí, comienzo a enfocar el momento presente, a decidir observar mis pensamientos, el sistema de creencias que me va a acompañar durante el día, mi forma de proyectarlo tanto mental como en forma hablada. Observo mi forma de presentarme en la vida y me abro a que sea una manera agradecida de estar aquí en este bello planeta. 

La observación es una forma de vigilar nuestra profunda influencia en todo lo que existe, aportando lo mejor de nosotros mismos. 

La primera actividad que me regalo es una sesión de yoga, la cual y dependiendo de mis responsabilidades, ubico en la hora necesaria. En dichas sesiones practico la presencia que no es otra cosa que estar en el instante presente. Observo mí forma de existir, de respirar, los pensamientos que proyecto, la voz interior. Dialogo con el cuerpo de forma abierta y hago un uso de mí poder lo más adecuado posible, abriéndome a proyectar cosas lindas, mensajes positivos, sonriendo y aceptando la realidad tal y como es, aportando un granito de esperanza, fe y alegría hacia una mayor armonía y disfrute global.   

No debemos olvidar que el planeta Tierra es un lugar increíblemente lleno de belleza y con un potencial infinito para aprender sobre la verdadera razón del milagro que es vivir.

Recuerda que tú puedes ser tu propio maestro, y que para lograrlo debes ordenar tu pensamiento, tu palabra y tu forma de existir. Camina con calma y comienza a reencontrarte con tu maestro, el vive en tu corazón y sabe lo que debes hacer, escúchale. 

Un abrazo de luz, hermano mío. 


jueves, 18 de octubre de 2012

¿Qué es realmente hacer yoga?



“__ Hola, quería saber si aquí hacéis yoga y qué es__ tras lo que el dependiente del centro contestaría__ Sí, estás en un centro de yoga en el que impartimos clases de yoga. El yoga es un arte milenario que tiene más de 5000 años de antigüedad y que ejerce profundos beneficios sobre el cuerpo y la mente”.


Este podría ser el guión de un contacto entre alguien que se acerca al yoga y otra persona que le explica, pero, ¿qué es lo que buscas tú en el arte del yoga?

¿A qué se debe que la gente se esté acercando con más intensidad a esta práctica, desplazando a otras que están en un rango más deportivo o simplemente físico? Es muy sencillo y es que, llega un momento en la vida en el que uno necesita sentirse bien, volver a conectar con esa profunda sensación de bienestar que ya sentimos siendo niños y que hemos terminado de olvidar por diferentes razones mentales, por que no cabe duda de que el problema está en la mente y también la solución.  

Ya Buda, en sus tiempos y gracias a su experiencia, dio en el clavo cuando dijo “El sufrimiento existe” y más aún cuando dijo “Existe un sendero para dejar de sufrir”. No cabe duda de que todos conocemos la primera parte de la historia de este gran hombre que aprendió de los yoguis de la India y que descubrió que la dicha está totalmente relacionada, por no decir que es consecuencia directa, de calmar la mente, de dominarla, de estar presentes.   

También hay que tener en cuenta que no todas las personas que están enseñando yoga tienen el carácter y la naturaleza necesaria para brindar la posibilidad a otros de vislumbrar el sendero hacia el que apunta esta práctica. Como ya apuntó Sócrates en sus tiempos, es importante que las materias que se enseñan sean una pasión para el que las proyecta, no solo un trabajo.

Por mi experiencia personal, debo decir que, al no haber tenido maestros a los que seguir y sí, por el contrario, muchos problemas y sufrimiento personal que experimentar, entiendo que la eficacia de este arte reside en aportar mucha atención a la respiración y al cuerpo, creando una comunicación con la vida que parta de esos pilares que Patanjali ya señaló (“Debemos tener en cuanta que los obstáculos que vamos a encontrar hacia la dicha están en la mente”) y , sin dudar, aportar disciplina, perseverancia y fe (la fe es la verdad de que “todo sucede como debe suceder” además de que “no podría haber sucedido de otra forma”) a nuestra práctica personal. 

Tú, eres una semilla de la intención divina y la práctica de yoga te puede ayudar a conectar con la fuente de la que procede todo. Ahora sólo queda comenzar a caminar (“los grandes caminos se comienzan con un pequeño paso” dicho tibetano). Camina sin dudar, sin objetivo, estando aquí y ahora y róbale al tiempo todos los momentos de dicha y bienestar que seas capaz de soportar, volviendo a la presencia cuando te distraigas. Crea tu hábito personal hasta que dicho hábito sea tu forma de vivir.

Un abrazo de luz hermano mío. Te hago llegar mi más profundo cariño. 


lunes, 15 de octubre de 2012

La importancia de los asanas de torsión




Todos aquellos que ya se han iniciado en la práctica de yoga, habrán podido experimentar el profundo efecto que tienen los asanas de torsión. Dependiendo del nivel del asana y de la posición, podremos trabajar con mayor o menos intensidad sobre la columna vertebral, sin olvidar que son otros muchos los beneficios que provocan este tipo de posiciones.

En esta concretamente  podemos ver a simple vista que la columna vertebral recibe una intensa torsión de sus vértebras, que no es otra cosa que la de hacer girar a unas vértebras hacia la derecha, a la vez que las otras giran hacia la izquierda. Una imagen que nos puede ayudar a comprender esto, es pensar en la imagen de cuando cogemos un trapo mojado para estrujarlo y aclararlo. 

El efecto que tienen los asanas de torsión, además de rejuvenecer y mantener en forma a las vértebras de la columna, es mucho más profundo de lo que podemos pensar, dejando aquí, algunos de forma genérica que, dependiendo de la postura, pueden tener más o menos efectos particulares. No obstante, siempre es importante tener la orientación de alguien que nos corrija la postura para evitar lesiones e ir tomando maestría para poder hacerlas solos. Entre muchos de los beneficios que provocan estas posturas tenemos los siguientes:

·       Masaje de la zona abdominal.
·       Estiramiento de diferentes zonas musculares de la espalda.
·       Equilibrado de la energía de ambos hemisferios cerebrales.
·       Armonización de las fosas nasales y de la energía que por ambas penetra.
·    Estimulación del pulmón, corazón, hígado, estómago, páncreas, pero sobre todo de los intestinos, los cuales, reciben un masaje y activación profundos en casi todas sus posiciones.

Una de los síntomas que, con más eficacia, trabajan los asanas de torsión, es sobre los casos de desviación de columna vertebral, como la escoliosis.

Hay que recordar que la práctica de yoga requiere mucha presencia, a través de la cual, podemos ir observando los efectos y la profunda sensación de bienestar que provoca su continua práctica, a todos los niveles.

Un abrazo inmenso y espero que haya sido de vuestro agrado este artículo. 


lunes, 8 de octubre de 2012

“Cógete la punta de los pies si puedes” ¡Todo un mundo!




Muchos de los que nos dedicamos a guiar a personas en la práctica de yoga, nos hemos encontrado con la escena de alguien que se sienta en el suelo y al tratar de estirar las piernas juntas hacia delante, tiene que llevarse rápidamente las manos detrás de la espalda para impedir que su cuerpo se desplome en el suelo. 

O mejor aún, a lo mejor es tu propio caso.

Una de las razones por las que no podemos estar sentados en el suelo son los hábitos occidentales que hemos adquirido de sentarnos en una silla apoyando la espalda en el respaldo. Esto, de una forma u otra, ha ido debilitando los músculos de la cadera y estabilizadores de la espalda impidiéndonos “por nuestra propia voluntad” permanecer con la espalda vertical cuando nos sentamos sin un respaldo, en el suelo.

Pero, ¿qué ocurre cuando tratamos de ir hacia delante a “cogernos la punta de los pies? Pues, que además de que nuestros músculos están deshabituados a obedecer la orden de “chicos a trabajar tirando para adelante” nuestros isquiotibiales están rígidos y mal acostumbrados, tensos e incluso, por exceso de actividad, como una piedra.








 Cuando uno hace yoga es bueno tonificar o calentar el cuerpo antes de meterse con los asanas. Una vez hecho esto, estos asanas que voy a presentar estiran y fortalecen los isquiotibiales.





Asanas para estirarlos:




                   
















Asanas para fortalecerlos:











 







Ahora sólo queda que nos pongamos a trabajar todos los días un poco para ver su progresión. El cuerpo, aunque temporal, puede funcionar en mejores condiciones de lo que creemos, sobre todo si lo cuidamos un poco todos los días.

Un abrazo inmenso.