viernes, 28 de septiembre de 2012

¿Cómo puedo conseguir crear el hábito de hacer yoga?





“Tus pensamientos darán lugar a una forma de hablar, tus palabras provocarán una forma de actuar, tus actos darán como fruto hábitos que finalmente constituirán  tu carácter, el cual, será tu destino".




  Todos sabemos lo complicado que es añadir un nuevo hábito a nuestra vida. Nos aferramos a una forma de hacer las cosas, nos sentimos cómodos en ellas y finalmente nos agarramos a ello con toda nuestra fuerza. Pareja, trabajo, e incluso formas de pensar que consideramos nuestras, son algunas de las cosas sobre las que terminamos adjuntando una etiqueta de mi esposo o esposa, mi trabajo o mi forma de pensar, que luego son difíciles de cambiar.

  Pero, todos estamos de acuerdo en que toda semilla da un fruto y que la tierra que permite que crezca es la mente. Allí lanzamos semillas todos los días “debo hacer ejercicio” “tengo que hablar de esto con mi pareja” “tengo que cambiar de trabajo” “me gustaría ganar más dinero”, etc.

  Pero, lo más interesante es que cada pensamiento o semilla que sembramos, por la forma en la que se proyectan sus palabras, ya viene con un potencial más o menos elevado para poder llegar a ser una realidad.

  No nos será difícil encontrar la diferencia entre estos dos aparentemente similares pensamientos “Quiero una casa más grande” “Gracias a la vida por el hogar donde vivo, abriéndome a ampliar el espacio donde habito”. Sí, los dos pensamientos piden lo mismo, pero, el segundo agradece y luego se abre, sin dar por hecho que existe un deseo o una perspectiva, sino que, en él dejamos claro que seguiremos viviendo felices pase lo que pase.

  Pero vamos al tema de este artículo que no es otro que el de saber qué debo hacer para crear el hábito de hacer yoga. Lo primero es ubicar en nuestra mente la idea que nos va a apoyar hacia dicho  hábito. Es decir ¿por qué voy a hacer yoga? Una vez que encuentres una fuerte razón te será más fácil seguir los pasos posteriores que son:

  1. Elegir un lugar tranquilo, limpio, ordenado, en el que tengas una hora de intimidad.
  2. Tener el antideslizante y las ayudas.
  3. Conocer la rutina de tonificación y asanas que vamos a seguir.
  4. Aplicar disciplina para seguir la rutina marcada, perseverancia a pesar de los objetivos y sensaciones que vayamos encontrando y fe en que el fruto ya está dándose en cada sesión.
  5. Caminar a pesar de los muchos obstáculos que la mente irá poniéndonos, como son la pereza, las dudas, la indisciplina, la falta de fe, entre otras muchas.

  En este blog tienes todos los pasos que tienes que dar e incluso las tablas que puedes hacer, además de muchas otras personas que estarán abiertas a acompañarte en las etapas más complicadas de tu proceso. Me abro a que me hagas llegar tus dudas para poder, desde  del medio en el que nos movemos, ayudarte a seguir avanzando. 

  Ahora sólo tienes que encontrar la razón de tu sendero y comenzar a caminar.

  ¡¡¡Comienza a caminar y afronta los obstáculos dando la máxima prioridad a tu nuevo hábito personal, avanzando con disciplina, perseverancia y mucha fe!!!


lunes, 24 de septiembre de 2012

LATERAL CON PIERNAS ABIERTAS









Realización:


Nos situamos en medio de la esterilla y abrimos las piernas con los pies paralelos. Introducimos retroversión de cadera para enderezar la espalda. Desde ahí elegimos el lado sobre el que deseamos comenzar a trabajar e iniciamos la inclinación lateral. En ella, el cuerpo debe permanecer en todo momento en el plano lateral que marcan talones, cadera y hombros. El hombro que queda encima tendrá que buscar la posición más cercana a estar sobre el que está debajo y la palma de la mano del brazo que dibuja la media luna mirará hacia el suelo.


Tiempo:

Este asana, aunque aparentemente parezca sencillo, es muy intenso y tendremos que ir poco a poco adaptándonos a sus exigencias. Por ello, iremos de 15 segundos a 20, 25 y 30 segundos hasta poder mantenerla unos 45 segundos. Una vez que hayamos hecho un lado podemos ir hacia el centro para desarrollarla hacia el lado contrario. Sólo la haremos una vez cada lado, ejerciendo la paciencia suficiente como para ir progresando sesión a sesión en el tiempo.



Beneficios de la postura:

Este asana tiene inmensos beneficios. En ellos, es una posición en la que fortalecemos las caderas y músculos internos de la zona pélvica. El glúteo es un músculo que colabora con intensidad en este asana, en ambos lados. El estiramiento del dorsal, iliocostal, cuadrado lumbar, transverso y oblicuo es intenso, además de trabajar de forma completa sobre los erectores de espalda. El trapecio es un músculo que puede ser estirado con intensidad, en casos de tensión excesiva o lesión “crónica” si efectuamos el asana sin mover ningún brazo haciendo que la mano del que dibuja la media luna, se estire todo lo que podamos desde su posición normal.

Los riñones son los órganos que reciben con más intensidad el efecto de todos los asanas laterales. Si prestamos atención a la posición veremos como los órganos abdominales reciben presión y estiramiento en cada uno de los lados. Por ejemplo, el hígado se estira cuando vamos hacia la izquierda y se contrae hacia la derecha. De esta forma hacemos participar a los órganos en la posición.

El yoga es un arte que trabaja todo el cuerpo, todos sus componentes, haciendo participar, de igual forma a la mente. Esta es una de las razones de que sea la práctica más antigua y poderosa que el ser humano ha venido practicando desde hace más de cinco mil quinientos años.

Un abrazo lleno de luz, hermanos míos. 



domingo, 16 de septiembre de 2012

LA UVE INVERTIDA







Realización:


  Nos situaremos en el principio de la esterilla (teniendo delante toda su superficie) y con los pies juntos iremos introduciendo anteversión de cadera para ir bajando el tronco hacia el suelo manteniendo las piernas rectas.


  Una vez que hayamos tomado contacto con las manos en el suelo, avanzaremos con ellas hacia delante hasta que los talones quieran levantarse del suelo (en ocasiones, este efecto es prematuro, debiendo avanzar un poco más con las manos para darle algo de amplitud a la posición).


  Las manos estarán separadas por la anchura de los hombros y los dedos se abrirán para tener mayor apoyo.


  Desde ahí iremos, con las piernas, la espalda y los brazos rectos, acercando las axilas hacia el suelo, relajando el cuello para dejar caer la cabeza.


  Si observas la posición comprenderás que para ejecutarla en su máxima amplitud tendremos que haber acostumbrado a nuestras muñecas, tobillos y cadera a soportar la presión natural que requiere mantenerla durante un minuto o más, tiempo que al principio debe ser menor. Además de la gran coordinación que hay que aplicar para que las caderas, los hombros y las muñecas trabajen de forma estable y beneficiosa.

Tiempo: 40 segundos. 


Beneficios de la postura  


 Un asana con el que fortalecemos los erectores de espalda a la vez que alineamos las escápulas y mejoramos la coordinación de los dos puntos móviles del cuerpo más importantes, la cintura escapular y la cadera.

  La uve invertida es uno de los asanas que, aunque en un principio puede entrañar dificultad por la intensa extensión de gemelos y la no habitual forma de afrontar una flexión hacia delante y abajo, termina siendo una de las mejores asanas para fortalecer pecho, hombros e incluso estirar la espalda en actividad muscular.

  No olvidamos que el estiramiento del gemelo es uno de los más intensos de todos los asanas de hatha yoga que todos podemos llegar a realizar con una constante práctica.   

  Además de lo que ya hemos explicado, en este asana se produce una semiinversión de la sangre desde la cintura hacia la cabeza, aportando así los beneficios de dicho efecto, que no son otros que una mejora de todas las actividades cerebrales, además de otros.  

  Recuerda deshacer la posición suavemente y observar los efectos. 


  Un fuerte abrazo. 

domingo, 9 de septiembre de 2012

“Quiero una tripa plana”




En primer lugar, voy a explicar que a lo que nos estamos refiriendo es al abdomen y más concretamente al recto abdominal, oblicuo y transverso.

En segundo lugar decir que un músculo se puede fortalecer, pero, dependiendo de la zona donde esté y de lo que lo cubra, será más o menos costoso conseguir que se manifieste en la superficie de nuestro cuerpo. Y todos sabemos que el abdomen es un lugar muy atractivo para la grasa que, gracias a hábitos sedentarios, termina asentándose en nuestra vida y en nuestro abdomen. 



                                  










Todos estamos de acuerdo en que  trabajar el cuerpo mejora el funcionamiento de la mente. La práctica de yoga hace trabajar a ambas en armonía, enfocando el funcionamiento de nuestra mente y  mejorando el aspecto y la salud de nuestro cuerpo. De alguna forma y dependiendo de los objetivos asánicos que nos propongamos, con el tiempo el practicante de yoga se convierte en todo un atleta.  















Muchos de los asanas trabajan, fortalecen y rejuvenecen el recto abdominal, el transverso y el oblicuo. De ahí a tener un abdomen plano hay que hacer un poco más de trabajo, como es perder peso y disminuir la acumulación de cuerpo graso en la zona abdominal. Esto también se puede conseguir con el yoga y hay que tener paciencia para ver los resultados.


















Debemos comprender que estos asanas tendrás que ser integrados dentro de una sesión  más completa, pero nos será de ayuda tenerlos en cuenta a la hora de trabajar la zona sobre la que estamos hablando, es decir, el abdomen. 









La mejor forma de ir hacia el “objetivo” es simplemente disfrutando de la práctica, a la vez que añadimos cambios a nuestros hábitos de vida. No olvidemos que la salud no se concentra sólo en esta zona, pues nuestro cuerpo es un universo de sistemas que trabajan coordinadamente para permitirnos vivir una vida plena, sobre todo si los enseñamos a estar en equilibrio, fruto que se consigue con una disciplinada y perseverante práctica personal. 

Un abrazo y espero que haya sido de vuestro agrado lo que he expuesto.