jueves, 29 de noviembre de 2012

El profundo cambio que puede provocar hacer yoga




Vivimos tiempos donde cada vez es más necesario recuperar el bienestar. Gracias al sistema donde vivimos, cada vez son más los casos de personas que pierden el rumbo o que sobrepasan el límite de estrés que el cuerpo puede soportar, dando lugar a estados de tristeza, desesperanza y desconexión con la verdadera naturaleza del ser humano.    

Pero, ¿dónde está la solución?

Lo primero que necesitamos es ser consciente del sufrimiento que arrastramos, del malestar en el que estamos embutidos y de la desconexión a la que hemos llegado. Una vez que somos conscientes de nuestro constante malestar podemos comenzar a dar pasos hacia una nueva situación, descubriendo sobre la marcha, los elementos que debemos poner en juego para evitar volver al extremo donde nos encontrábamos.

¿Eres consciente de que estás acelerado, de que eres infeliz y de que tu vida es un caos que no te permite estar bien? Este es el primer paso que hay que dar para poder volver a conectar con nuestra verdadera naturaleza divina, en la que la dicha es el estado normal.

La práctica diaria de yoga nos proporciona la oportunidad de ser conscientes del estado físico, mental, emocional y energético en el que nos encontramos.

Por otro lado, el bienestar que proporcionan las sesiones, además de la concentración que nos exige en la respiración, control mental y emocional, nos ayuda a recuperar  el equilibrio que necesitamos tener para crear una frecuencia energética saludable en la que podamos estar felices.

Si aún sigues escuchando en tu cabeza “tengo que cambiar mi vida” es que aún no has comenzado a transitar el sendero hacia ese cambio, sino que, estás observando una parte de tu malestar y sufrimiento.

En cuanto comiences con tu práctica personal, dicho pensamiento será relevado por otros como “Soy consciente de que mi estilo de vida es insalubre y de que ya estoy cambiándolo” “Soy consciente de que debo respirar conscientemente para estar mejor” o incluso el que llegará más adelante con la práctica “Ahora sé cual es el camino y sólo debo seguirlo”.

Gracias a tu practica, cuerpo, mente, emociones y energía irán reencontrándose en un estado de ser, presente y sosegado, que se manifestará en una mayor facilidad para comprender, proceder con compasión, sonreír, abrazar y por supuesto, manifestar amor con mayor fluidez en todo lo que piensas, comuniques y hagas.

El camino hacia la mejora hay que comenzarlo desde los sencillos pasos que te va a ir invitando a hacer tu práctica personal, pues, el sólo hecho de hacer yoga todos los días te va a obligar a hacer algunos cambios importantes en tu vida actual, dando lugar a otros poco a poco que te permitirán crear pilares sólidos sobre los que apoyar una vida sencilla, dichosa y llena de armonía.

Con el tiempo tendrás la sensación de querer hacer modificaciones en tu alimentación, en tus hábitos de vida, amistades, entre otros. Y es que la vida se apoya en esas cosas que “parecen insignificantes” pero terminan siendo esenciales como son ser más consciente de la respiración, rodearnos de personas que aman desde el corazón a pesar de haber estado heridas, tomar alimentos energéticos que lleven la fuerza de la madre Tierra y respeten la vida de otros seres como nosotros, sonreír por saber que la risa sana y amar por el placer de poner en práctica algo que nos ha sido concedido por la divina energía creadora.

Te amo.