miércoles, 6 de noviembre de 2013

Estado de yoga



En occidente aún sigue habiendo una idea errónea de lo que es yoga, en muchos casos, debido aún a esa necesidad de “estar en forma” donde el cuerpo sigue siendo el protagonista y la mente deja de ser vigilada para que, tarde o temprano, vuelva a hacer de las suyas en nuestra vida.

Debemos comprender que nuestro poder de enfoque, visualización y creación se manifiesta gracias a nuestra alma desde la mente, sin olvidar que vivimos dentro de un cuerpo que hay que cuidar y mantener en forma bajo el reinado de un alma libre que lo guíe en todo momento.

Sí, comprendo que ante las palabras que acabamos de leer podamos sentir la tentación de cerrar el escrito y seguir con nuestros ritmos, sin darnos cuenta de que esto no será más que una trama más de nuestra mente acelerada y llena de malestar, la cual desea seguir su experiencia sin estar  bajo el control de nada. Para ella es siempre más fácil dejar las cosas al azar y echar la cumpa a los demás si “la cosa sale mal”, pero, de una forma u otra, tendremos que asumir que aquí no hay ningún culpable cuando nos referimos a personas que ya conocen el funcionamiento de la mente y cuál es la forma de hacerla funcionar correctamente.

¿Es que vamos a dejar que el miedo lidere nuestra vida para perder la oportunidad de vivir cada instante con total libertad?

Sí, cierto, vivimos en un planeta donde el sistema impuesto apuesta por mantener a las personas distraídas, dentro de un ritmo lo suficientemente rápido como para que pierdan el sentido de estar en el momento presente. Dentro de ese ritmo es muy complicado tomar decisiones desde el corazón, ya que la que dirige en ese momento es una mente impregnada de prisas, proyectos, miedo a perderlo todo, concentrada en un futuro que no existe.

¿Cómo puedo entonces frenar mi vida y recuperar esa calma que tanto ansío y necesito vivir en mi vida?

Lo primero que vamos a hacer es comprender que nada tiene tanta importancia como estar aquí y ahora, en el momento presente, que este regalo de la vida no se va a volver a repetir en las mismas condiciones, que todo lo que ocurre es único. Reconocer que tú eres un ser especial, lleno de luz y de poder. Un ser inmenso que participa de todo lo que tus ojos están viendo ahora mismo. Un ser libre que no puede serlo bajo el control de una mente desenfocada y llena de prejuicios y miedos.

Una vez que hemos asumido esto, debemos admitir que estamos mal, que nos sentimos mal, que estamos estresados, que el miedo y los pensamientos, junto con el tiempo prestado para hacer cosas nos impiden respirar y sentirnos bien.

Si tienes dudas sobre cómo te sientes, pregúntate si eres feliz ahora. Si la respuesta es negativa, necesitas parar, frenar, romper con el itinerario que tu mente te ha marcado para renacer al momento presente.

Si tienes esa sensación de ahogo en el que parece que estamos viviendo un sueño sobre el que no tenemos poder, es el momento de dejarlo todo apartado, de buscar un lugar silencioso, de sentarte contigo mismo y de soltar aire y tomarlo con calma. Ahí está el timón que te llevará a la felicidad, aunque tendrás un adversario infalible, incansable, disciplinado y perseverante que es la mente y su necesidad de miedo, de estrés, de desorden, de sufrimiento y de malestar.

La única forma conocida para el ser humano hasta ahora de superar los obstáculos de la mente es poniendo en práctica el estado de yoga, el estado de presencia, el estado de meditación consciente, el estado de amor puro en el que nada  tiene más importancia que estar aquí y ahora y en el que el miedo a la perdida, al dolor, a la muerte, al envejecimiento o lo que la mente quiera crear, ya no tiene poder sobre nosotros.

Y dicho estado se puede alcanzar poniendo en práctica algo esencial, la respiración consciente, la observación y el uso de nuestro poder como almas creadoras de todo lo que hay.

¿Recuerdas aquella frase mítica “Déjalo todo y sígueme”? Posiblemente sea la más descriptiva con respecto a lo que acabo de decir.

El poder reside en ti, tu alma está esperando y tu mente sigue siendo el obstáculo hacia la libertad que ya te ha sido asignada por ser la energía creadora de todo lo que es invisible a los ojos.   


martes, 15 de octubre de 2013

La tierra, un planeta mental




Nuestro potencial como seres energéticos está siendo capado por el rápido, distraído y desenfocado ritmo de vida. Cuanto más rápido es nuestra forma de movernos, más difícil es percibir la vida en su dulce frecuencia, aquella que surge cuando la mente está en calma. Pero, ¿cómo va a estar en calma una mente que es proyectada por la tensión, el miedo y cientos de creencias que la invitan a seguir “luchando” para “salir adelante”?

Podemos comenzar a comprender el lugar donde nos encontramos cuando somos conscientes del mismo y la primera pregunta que debes contestar para saber dónde estás ahora y qué puedes hacer es ¿Estás disfrutando en este preciso momento de calma interior? Si la respuesta es negativa, habrá que parar y recuperar el equilibrio a través del cual podemos sentir la dicha de vivir, de respirar, de estar aquí y ahora.

La mente va a encontrar muchas razones para rechazar la necesidad de estar en calma, precisamente por que ella vive del estrés, de las creencias subjetivas egocéntricas, del miedo, de la enfermedad y de la necesidad de luchar. Cuando alcanzamos ciertos niveles de velocidad de vida, es complicado frenar. Cuanto más rápido nos movemos, más complicado es llegar a un ritmo en el que podamos estar bien.

Supongamos que eres una de esas personas que está embutida en un ritmo de vida que le impide estar bien, sentir paz y armonía interior, ¿quieres seguir en ese estado o, por el contrario, deseas paz interior? Tu mente, por defecto, evitará plantearse contestar a este tipo de cuestiones que invaden su libertad de manejar tu cuerpo y el alma que está atrapado en él a su antojo. No podemos culpar a los que están llevando ritmos de vida que les llevan a la desconexión con el alma y la verdadera dicha de vivir, aquellos que están atrapados en un juego mental similar a los personajes que vemos en los videojuegos, los cuales, dependen de las manos que los manejan, por que es el sistema en el que vivimos.

Hermano, tu eres un ser vivo dotado de un poder inmenso que no puede emerger desde la mente, sino, gracias a apartar la mente y sus juegos. Tu alma puede expresarse sólo cuando tu mente es apartada, superara y acallada. Hay cientos de prácticas que nos ayudan a despertar, a ser conscientes de nuestro estado vital, a saber que estamos viviendo en un juego mental y a hacer cambios en nuestra vida. El yoga es uno de ellos.

Uno de los beneficios de esta práctica es la capacidad de estar presente. Estar presente es el mayor don divino en el que la paz interior puede emerger de forma natural, sin que la mente pueda hacer nada por evitarlo, pues, en ese estado, la mente suele permanecer en un segundo plano, sin poder, siendo un observador más, sin identidad particular y con una gran sensación de conexión con todo lo que la rodea. En el estado de presencia el alma se manifiesta natural, libre y espontánea, sin miedo y con una gran luz para dejar su huella en el mundo físico en el que habita.

¿Eres consciente alguna vez de que, además de un cuerpo y una mente, tienes algo más que en pequeñas ocasiones, trata de manifestarse?

Hermano mío, sé que es complicado asumir que somos mucho más que un cuerpo y una mente. Asumir que el cuerpo y la mente deben estar al servicio del alma y, más aún, que el sistema en el que estamos viviendo en este planeta evita que esto suceda por ser la mente y sus juegos, ambiciones, deseos y control, la que domina ahora. Este planeta es un planeta donde impera la mente y su bajo nivel de amor hacia todo lo que le rodea y nosotros, los que habitamos en ella, estamos dentro de su juego.

¿Eres consciente de esto?¿Qué podemos hacer al respecto?

En ciertos momentos de la vida de este planeta  ha surgido un ser humano, hombre o mujer, que nos ha regalado unos años de manifestación de su alma. Nos han traído un pequeño ejemplo de la posibilidad de poder hacer emerger el alma en La Tierra. Y nosotros, aquí y ahora, ¿qué podemos hacer para que nuestra alma se manifieste y libere al planeta de su prisión mental?

El sendero está ahí delante. Despertar es una senda que comienza con un pequeño paso, dentro del largo camino de hacer nacer el alma en vida. Al igual que nos hemos hecho perfectos zánganos de este sistema, podemos liberarnos alimentando nuestra presencia y apoyando nuestras vidas en ella en todo momento, pero, te comprendo hermano, cuán difícil es hacer esto sin dejarse llevar por la tentación de “llevar una vida normal” “de seguir tirando para delante” “de creer que somos ya lo suficientemente buenos” “de pensar que nosotros ya estamos haciendo todo lo que podemos” sin darnos cuenta de que todo esto son proyecciones mentales que nos impiden desenmascarar verdaderamente el poder del alma que somos.

¿Entonces, tú que propones? Sé que estás pensando este pregunta o que quizá quepa dentro de tus proyecciones, como una forma de pedir al otro una solución y no puedo dártela hermano, pues, yo estoy aquí, dentro del sistema como tú, y lo único que se me ocurre es seguir practicando yoga para acercarme a la presencia que me permita ser consciente de donde estoy. En diferentes momentos dejo salir cosas, como este escrito, que me permiten enviar una botella de cristal con un mensaje al gran océano de almas que puebla esta tierra por si alguien, no yo, con la suficiente cordura y visión pueda alumbrarnos el camino. Aunque intuyo que estar presente ya sea un gran paso hacia ese despertar.  

Imaginemos un mundo donde todos supiéramos y viviésemos apoyándonos en la verdad de ser hermanos, de pensar en el otro al igual que en nosotros y en ser ejemplos de agradecimiento por vivir, por ser una expresión de ese caprichoso creador que a veces deja caer una pincelada para dar forma a una flor, una nube o un ser humano. Cuando el amor y no el miedo, lideren nuestros actos, un nuevo mundo emergerá entre nosotros. Cuando el amor y no el deseo, sea el que dicte cada uno de nuestros pensamientos, palabras y actos, quizá, nazca el alma en la tierra.  

¿Y si todo lo que está sucediendo fuera una firme manifestación de amor tratando de tomar forma?...






lunes, 14 de octubre de 2013

Del nacimiento del alma a un nuevo mundo




Este planeta llamado “La Tierra” sufre una lenta agonía gracias al ser vivo más inteligente que lo puebla, el ser humano, aunque a pesar de obtener el título que le acabo de otorgar no parece que esté teniendo mucho éxito en el más importante de sus retos, seguir evolucionando sin acabar antes con el medio que lo sustenta.

Una vez Gandhi, le dijo a una mujer que fue a verle con la petición de que le dijera a su hijo que dejase de tomar azúcar, que volvieran en dos semanas, tras las cuales, la mujer, una vez que Gandhi le hizo llegar el mensaje que ella le había pedido a su hijo, le preguntó a que se debía que hubiese tenido que postergar dos semanas su cometido, a lo que el respondió: “He necesitado esas dos semanas para dejar de tomar azúcar, pues, ¿de qué otro modo podría haberle pedido esto a su hijo?”

Esta pequeña historia la he dejado caer para solicitar a algún ser humano que levante la mano si él cree ser el ejemplo que este planeta necesita para ser salvado de su muerte. Lo que me hace comprender que el destino de este hermoso planeta está en manos de todos nosotros y, por lo que veo, parece ser complicado encontrar otro que no sea la extinción de una especie que ha llegado a su límite de crecimiento.

De acuerdo, muchos de vosotros al leer esto tacharéis al propietario del mismo de derrotista y quizá sea el momento de ser prácticos y de encontrar las respuestas a las preguntas que todos deberíamos hacernos en algún momento de nuestra vida para, de alguna forma, ir creando senderos de luz que nos inviten a elevar la fe y confianza en un nuevo mundo donde el ser humano siga siendo invitado a residir la belleza de todo lo que le rodea.

¿Realmente sientes en algún momento que todos los que te rodean son tus hermanos?

¿Sientes que todos los seres humanos de este planeta podemos vivir como tú deseas hacerlo?

¿Crees que este planeta tiene recursos limitados y que estos se pueden ajustar a algún estilo de vida sostenible?

¿Sientes pena al saber que hay millones de personas que no tienen la posibilidad de cubrir sus necesidades y has pensando en alguna idea que se pueda implantar para crear un sistema en el que todos los seres vivos puedan disfrutar del mágico regalo de la vida?

Vivimos en una época en la que la crítica sigue siendo el modo más rápido de plantear la situación, aunque, esto no va a llevarnos a ningún sitio distinto del que ya estamos. En el mundo han nacido movimientos revolucionarios en pos de favorecer el bienestar de todos, cayendo una y otra vez en la utilización de las mismas herramientas que el sistema que juzgamos utiliza actualmente para sobrevivir.

¿Y si el problema estuviese en nuestra naturaleza interior y la forma de combatirla fuera teniendo siempre en cuenta al otro, a ese que tenemos en frente, basando cada acto en compartir con los demás la mágica oportunidad de vivir respetando todo lo que nos rodea?

Quizá sea el momento de hacer cambios en nosotros, en nuestra forma de proceder a pesar del miedo que da ser “distinto, raro o especial”. Quizá sea el momento de dar pasos a pesar de ese gran miedo que nos tiene aferrados a la persona que creemos ser, a lo que creemos necesitar y a lo que sentimos que debe seguir siendo, para dar paso a un nuevo mundo en el que todos tengamos la posibilidad de cubrir nuestras verdaderas necesidades.  

Un mundo en el que nos sinceremos, nos aclaremos y digamos la verdad completa sobre lo que hay en nuestro interior. Un mundo donde el alma se materialice y escape al control de la mentalidad que ahora gobierna nuestros corazones.

Un mundo donde reír, amar y jugar sean lo normal. Donde compartir, escuchar y tener en cuanta al otro no sean un motivo de ovación, sino, la nota preponderante. Un mundo donde el dolor y la alegría nos inviten a todos a frenar para escuchar la voz del corazón y así  guiar nuestros pasos.

Es momento de propuestas sólidas, de ideas que ya estén siendo ejemplo en personas cercanas, de formas de vida que apoyen una nueva era en la que el ser humano deje un recuerdo que no sea de muerte y desolación, de especulación y sufrimiento, sino de conciencia, de generosidad y de sabiduría.

Propongo que cada uno de nosotros sea el constructor de dicho proyecto, sin necesidad de financiación externa, apoyando cada paso en la presencia, el autocontrol y el uso de poder que nos es concedido cuando nacemos.

Para que el cambio tenga lugar nuestra iniciativa y confianza deben ser mayores que el miedo que heredamos. De esta forma, segundo a segundo, minuto a minuto, irá naciendo un nuevo mundo de la mano de cada alma que se sume en libertad a la dimensión física en la que ahora nos encontramos.


¡Ánimo, hermano!


miércoles, 18 de septiembre de 2013

La importancia de volver a soñar




¿Cuánto tiempo llevas sin reír de verdad? ¿Y sin soñar?

¿Acaso, como aquel elefante que ya no intentó tirar de la pequeña cuerda que le ataba a la estaca, has dejado de escuchar la voz interior de tu corazón?

Una cosa es vivir en un sistema opresor, otro es rendirnos y asumir las “verdades” que nos llegan a través de él. Tú sabes que eres un alma libre, pero has olvidado el lenguaje del corazón, ese que siempre habla desde el deseo de jugar, de sentir la libertad de vivir, desde la auténtica sinceridad.

Por favor, deja que se exprese, déjalo volar y abrazar la vida, déjalo vivir a pesar del miedo que tu mente le pone delante, pues, el niño que vive en nuestro interior lleva tanto tiempo encarcelado que se quiere morir.

Una de las formas en las que le impedimos vivir la vida es permaneciendo en un trabajo que no nos gusta, prolongando una relación basada en la mentira, rechazando sus prioridades esenciales, como es hacer en cada instante de forma espontánea lo que le dicta el corazón… ¿Vas a dejar morir al niño que llevas dentro?

Haz esa llamada a tu hermano a pesar de que tu compañero espiritual esté en contra, vete a ese país que tanto deseas ver, cómprate ese traje que tanto deseas tener, disfrázate de lo que siempre has querido, ríe con libertad pues, ¿no es acaso la seriedad utilizada en exceso sin que nadie diga nada en contra? Vamos a equilibrar un poco las fuerzas, vamos a volar un poco, que nuestros jóvenes corazones están muriendo y necesitan que alguien, como tú y como yo, les eche una mano.

Que no te pase como a aquel juez ruso que antes de morir le dijo a su mujer “tengo la sensación de que no he vivido mi vida”…

Permite que la voz de tu corazón se exprese.  


jueves, 25 de abril de 2013

¿Quieres desarrollar sesiones completas de yoga? Introduce torsiones.


Son muchos los beneficios de los ásanas de torsión, de ahí la importancia de introducirlos en nuestra sesión de yoga.

Por citar algunos de sus beneficios, diremos que trabajan equilibrando nuestros dos hemisferios cerebrales, limpian las fosas nasales (si prestas atención al deshacerlos, percibirás que la entrada de aire por la nariz es más intensa y fluida), masajean, la mayor parte de ellos, la zona de los intestinos por la presión que demandan las posturas en sí. Equilibran y dan fuerza a la columna. Evitan que las desviaciones vayan a más, además de muchos otros.

Son muchos los músculos que participan en los ásanas de torsión, los cuales, se reparten por todos el cuerpo, haciendo que participen una gran cantidad de conjuntos musculares durante su desarrollo.

Los ásanas de torsión pueden desarrollarse añadiendo otros elementos de hatha yoga, como el equilibrio o la fuerza, aumentando así la dificultad de su ejecución. 


En muchas ocasiones me preguntan si es mejor hacer un ásana fácil o difícil, y yo respondo que la facilitad o dificultad de un ásana tiene mucho que ver con nuestro estado físico, mental, emocional y energético, por lo que debemos comprender que lo importante es tener la disciplina y la constancia suficientes como para practicar con una actitud de trabajo mental y corporal que nos permita crecer en todos los aspectos. Debemos abrirnos a plantearnos retos, es decir, hacer ásanas que “creemos complicados o imposibles” con la sola intención de darnos cuenta de que todos son posibles si los abordamos con disciplina y constancia y que, al igual que la pinza o el pez, aportan una gran satisfacción al realizarlos.

Introduce en tu sesión ásanas de torsión, variando su ejecución, tanto desde de pie, como sentado, con las piernas estiradas, cruzadas, boca abajo o boca arriba y verás los grandes beneficios y el placer que te transmiten todos ellos.

Espero que este pequeño artículo sea de tu agrado. 


miércoles, 3 de abril de 2013

Yoga: Trabajar mente y cuerpo.




Ya comienza a hablarse más a menudo de yoga a nuestra alrededor y es que no cabe duda de que hacer una práctica en la que se trabaje cuerpo y mente, mejorando el funcionamiento de ambos, no tiene desperdicio.

Todos queremos ser felices y disfrutar de vivir y para ello necesitamos que nuestro cuerpo y nuestra mente funcionen en perfecta armonía. La práctica de yoga nos aporta las guías necesarias para lograr dicho objetivo.  

Uno puede realizar deporte y encontrar satisfacción en ello, mejorando su aspecto y en gran medida la sensación de bienestar, pero, en la mayor parte de los casos la mente sigue siendo un obstáculo para conseguir el estado de bienestar que realmente necesitamos.

De igual forma, uno puede trabajar la mente (con distintas disciplinas que son pasivas y van enfocadas a abordar la mente directamente) y ver que al final el cuerpo es un sistema de huesos, tendones y músculos que necesita ser trabajado, estirado, fortalecido para transmitir buenas sensaciones; comprendiendo que la mente y el cuerpo deben ser trabajadas al unísono.   

De ahí que todo aquel que sea acompañado de forma eficaz en el arte del yoga termine integrándolo en su vida. A veces es la respiración consciente, otras la conciencia sobre el cuerpo cuando estamos haciendo alguna actividad y en muchas ocasiones es utilizado como la forma más eficaz de canalizar nuestros bloqueos internos a nivel mental o emocional. Pero, de una forma u otra, nos permite tocar cuerpo y mente, que para el caso, es lo más eficaz para lograr estar bien en la vida.  

En muchas ocasiones termina, por el puro placer que uno siente, siendo nuestra forma de vivir.

Y es que el yoga es simplemente una forma equilibrada de vivir la vida. La presencia que nos aporta, la concentración que nos concede, la fuerza, elasticidad, equilibrio y bienestar que emerge en nuestro cuerpo son suficientes razones como para hacer de él nuestra práctica personal o forma de vivir.

Pero es que además el yoga es compatible con cualquier otra actividad que hagas en tu vida diaria, es más, potencia la creatividad, la concentración y la fuerza que luego podemos aplicar en otras facetas, profesiones o trabajos personales.

Hay miles de casos de actores, cantantes, deportistas, entre otras profesiones que ya han hecho del yoga su base de trabajo personal. Más allá de esto, todos tenemos un cuerpo y una mente con la que convivir y lograr estar bien, de ahí la importancia de prestarles atención y hacer lo que esté en nuestras manos para mantenerlos en forma.  

De todas formas y tras lo que he dicho hasta ahora si eres de esas personas que no consiguen sentirse bien consigo mismas, que arrastra constantes problemas de salud o que no disfruta de vivir, ¿qué te impide tomar nuevos senderos en los que encontrarte con un nuevo yo, en el que tu cuerpo y tu mente funcionen en armonía?

Todo ser humano tiene una primera necesidad, tras respirar, la de ser feliz. Por eso el yoga está siendo uno de los sistemas más eficaces de cara a ayudar a los demás a estar bien consigo mismos. De todas, formas, todo sistema de trabajo personal que integre el cuerpo y la mente, manteniéndolos en forma y armonía será tan eficaz como la práctica de yoga.

Un abrazo y espero que este artículo haya sido de tu agrado.


jueves, 21 de marzo de 2013

“Tengo dificultad para coger peso, ¿Cómo me puede ayudar la práctica de yoga?”




Estamos de acuerdo en que actualmente el problema principal es el sobrepeso, pero debemos tener en cuenta que hay un importante porcentaje de personas con el problema contrario, es decir, la dificultad para almacenar grasas, retener líquidos y tener así alguna reserva energética.

Es más, seguro que conoces a alguien en tu entorno excesivamente delgado y aunque es un síntoma físico que se relaciona con “estar bien” o “tener salud” cuando la delgadez rebasa ciertos límites, no lo es. Si profundizas y hablas con estas personas verás que les incomoda su constante bajo peso y que están muy interesados en coger algo de grasa. Pero no saben que hacer para lograrlo y, muchos, aún sabiéndolo no consiguen alcanzar su objetivo.   

Si existe algún tipo de persona que le venga bien practicar pesas, esa es justamente la  persona delgada. Practicar levantamiento de pesas es uno de los ejercicios con más poder de aportar peso y tierra a personas con excesiva movilidad y viento en su vida, excepto en los casos de debilidad corporal provocada por la delgadez.   

El tipo de yoga que les viene bien a los que son delgados, los cuales, suelen ser hiperactivos, nerviosos y en constante movimiento es un yoga relajante con algunas posturas de fuerza que les ayuden a tomar tierra. La sesión que va enfocada a personas con excesiva delgadez, debe ayudarles a relajar su mente hiperactiva y a asentar su cuerpo en la tierra.  

La forma en la que la práctica de yoga nos va a dar la posibilidad de mejorar nuestra situación para poder adquirir esos kilos que nos faltan para sentirnos completos, está estrechamente relacionada con el aumento de la conciencia sobre nuestros hábitos de vida. La práctica de yoga nos permite ser mucho más conscientes de nuestra forma de hacer las cosas, permitiéndonos ver la razón por la que nuestro cuerpo tiende a desgastarse continuamente. De esta forma comprendemos nuestra naturaleza, la tendencia que tiene y la forma de contrarrestarla.   

Lo primero que la práctica de yoga te concede es mucha más conciencia sobre tus hábitos de vida. Lo normal es que una persona delgada sea muy activa y tienda al movimiento, lo que le hace desgastarse y le impide coger peso, aunque coma más pues, lo que aquí nos interesa es parar, ralentizar el ritmo al que vivimos para conseguir aportar a nuestro cuerpo tiempo de reposo para tomar lo que necesita y crear un espacio para almacenar reservas energéticas.    

Si eres de esas personas delgadas que siempre está al límite de sus reservas y siente inquietud por la incapacidad de adquirir unos kilos de más, debes tener en cuanta lo siguiente:

El cuerpo engorda es a través de los alimentos que tomamos, de la forma en la que los comemos y, sobre todo, de los hábitos con los que los acompañamos. Si observas a la gente obesa, verás que tienen hábitos tranquilos y que se toman la vida con mucha parsimonia. Y sin embargo, a ti parece faltarte tiempo para todo, pues siempre tienes algo que hacer, ya sea físico o mental. Siempre dándole vuelta a todo.

¿Y si nos intercambiáramos los papeles por unos días? ¿Qué sucedería? Pues, como podrás comprender, el que tiene sobrepeso perdería y el que lo necesita lo cogería. Ahora, ¿cómo puede una persona delgada adoptar hábitos para engordar? Pues añadiéndolos a su vida y manteniéndolos el tiempo suficiente como para que comiencen a ser parte de tu forma de hacer las cosas.

Una de las cosas que te va a ayudar a conseguir el objetivo de aumentar el peso es tener el objetivo final en tu mente y la sensación que te transmite dicho objetivo futuro cumplido. Visualízalo un poco cada día y observa como tu cuerpo, una vez que mantienes lo nuevos hábitos, comienza a coger peso.

Por lo tanto y resumiendo, lo que podemos hacer para conseguir alcanzar un peso más equilibrado es:

1.      Ser conscientes de nuestra naturaleza activa y comprender que debemos cambiar nuestros hábitos mentales y físicos para ralentizarla.
2.      Aportar hábitos más tranquilos y sosegados en todos los aspectos. Comer a una hora determinada siguiendo un orden, incluyendo en nuestra dieta alimentos más pesados, dormir la siesta cuando nos sea posible, añadir ejercicios anaeróbico para aportar más tierra, como las pesas o un yoga más relajante con ciertas posturas de fuerza, etc. 
3.      Tomar alimentos pesados que requieran de una digestión lenta, dándole a cuerpo el tiempo de relax que necesita para desplegar el mecanismo metabólico ideal para poder digerir y absorber los alimentos.   
4.      Mantener el objetivo de tener un peso más equilibrado y sentir la sensación de vivirlo mientras nos acercamos el objetivo.

Todo objetivo tiene un camino y para conseguirlo hay que recorrerlo. Comenzamos por creer en ello y luego hacemos lo necesario para lograrlo. Así que, ánimo, creé en ti y pon de tu parte todo lo que esté en tus manos, pues, pronto comenzarás a coger peso y a estar un poco más tranquilo y a gusto. El cuero es parte de la experiencia de la vida y ahora tienes algo más de información sobre como mantenerlo en equilibrio.

Espero que este artículo haya sido de vuestro agrado.


jueves, 7 de marzo de 2013

“¿Qué puedo hacer para conseguir, por fin, hacer yoga por mi cuenta todos los días?”




El 28 de Septiembre del año pasado escribí un artículo referente a este tema. En aquella ocasión hablé de tener disciplina y perseverancia, además de saber como desarrollar una sesión de yoga, pero me olvidé de algo muy importante y es el proceso mental que acompaña todo acto, sin el cual, nada llega a realizarse.

Y fue exactamente el taller de “tu sesión de yoga” que di el pasado 2 de Marzo el que me sirvió de inspiración para encontrar la herramienta que nos va a permitir conseguir el objetivo de saber qué hacer para crear el poderoso hábito de hacer yoga todos los días. Luego, claro está, dependerá de ponernos a hacerlo o no.

Antes de explicar dicha herramienta, debemos recordar como funcionamos los seres humanos. Y para ello te voy a pedir que hagas memoria y recuerdes la razón esencial por la que has hecho todo hoy, prestando atención a la razón mental que ha precedido cada cosa que has hecho, o por lo menos y ante la dificultad que entraña este ejercicio, te centres en las cosas que te han trasmitido bienestar.

Para que te sirva de ejemplo, yo hoy me di un masaje de aceite en el cuerpo gracias a lo siguiente:

  1. He recordado los beneficios de dicha práctica personal.
  2. He pensado “Qué bien me sienta hidratar mi cuerpo" "La salud de mi piel será mejor y estará más flexible durante el día”.
  3. He recordado el placer y suavidad de extender el aceite por mi cuerpo. Me he visto la piel muy bien tras el masaje.
  4. He imaginado sentir el placer de la sensación de masajear los músculos y articulaciones.
  5. Estos pasos anteriores se entrelazan en una imagen en la que me veo embadurnado de aceite, sonriente, lleno de luz y energía, que proyecto antes de iniciar la experiencia.
  6. A todo este proceso lo voy a llamar PMP (proyección mental precedente).

Puede que estés de acuerdo o no, pero, todo lo que hacemos durante el día viene precedido de diferentes PMP que nos animan a hacer ciertas cosas. Lo más importante es que podemos añadir tantas como deseemos para conseguir agregar a nuestra vida nuevos  hábitos con respecto a las cosas que nos gustarían vivir y experimentar.  

Entonces, ¿qué puedo hacer para conseguir por fin hacer yoga todos los días? Pues, lo primero que vamos a hacer es trabajar para crear esa PMP. Tras ello iremos creando el hábito, disfrutando de los grandes beneficios de hacer yoga.

Antes de comenzar debemos tener en cuenta que hay personas que parten de tener la  experiencia de la práctica de yoga y sus beneficios, por lo que para ellos podría ser más fácil crear su PMP. Sin embargo existen personas que no tienen la experiencia, pero si han escuchado hablar sobre los beneficios del yoga o han realizado actividades similares, por los que, aunque un poco más complicado, también podrán crear su PMP. Aunque siempre existe la posibilidad de probar una clase o de investigar sobre sus beneficios. 

  1. En primer lugar y si ya conoces los beneficios, nómbralos como si estuvieses haciendo una lista en tu cabeza. 
  2. Proyecta alguna frase de poder tipo “Donde hay yoga hay salud” “Comenzar haciendo yoga me permite vivir un día más dichoso” “Con yoga trabajo todo mi cuerpo preparándolo para vivir más feliz”.
  3. Ahora recuerda todas las buenas sensaciones que te ha proporcionado la experiencia de hacer yoga o actividad similar.
  4. Con ello haz una imagen en la que se entrelace toda información, viéndote a ti sentir, recibir y vivir la experiencia. Dele color, movimiento y sonido para inyectarle más fuerza y así plasmarla en tu mente.
  5. Ese es tu PMP, el cual, tendrás que proyectar antes de casa sesión para fortalecer tu hábito y ayudarte a caminar a pesar de los obstáculos que puedan surgir.

Ahora ya tienes una herramienta poderosa para comenzar tu práctica, una vez que tengas un espacio donde practicar, una hora a la que hacerlo, además de un antideslizante y una  manta para la relajación final. 

Los primeros días serán los más complicados y no debemos bajar la guardia cuando venga la mente para sabotearnos y hacernos perder el rumbo. Añade a tu PMP todos los ingredientes que la fortalezcan, como son los beneficios de sentirte en plena calma en la sesión, la buena forma física que adopta tu cuerpo y tu mente, pues, no cabe duda de que el yoga nos ayuda a calmar, limpiar y enfocar nuestro sistema de creencias, borrando los que no nos sirven para ser felices y añadiendo otros que nos aportan calma, dicha y bienestar.

Espero que este artículo haya sido de tu agrado.

Un abrazo inmenso. 


lunes, 11 de febrero de 2013

El triángulo



Este asana, por muchos practicantes conocida, requiere cierto grado de constancia para lograr realizarla de forma completa pero, con un poco de disciplina, perseverancia y las pequeñas indicaciones que voy a ir comentando podemos lograr realizarla correctamente y así recoger sus profundos beneficios.

A simple vista puede parecer una posición sencilla pero, el intenso estiramiento de la parte posterior del muslo (isquiotibial), de la parte inferior de la espalda (cuadrado lumbar e iliocostal) y del gemelo, dificultan mucho la posible “comodidad” al permanecer en el asana completo, por lo que en muchas ocasiones es muy útil tener un apoyo o ladrillo de goma o similar que permita un apoyo de la mano más cercana al suelo para así limitar un poco el profundo estiramiento de las zonas antes indicadas.

Como se puede percibir en la foto los cuadriceps están activos en ambas piernas y los músculos abdominales (sobre todo el transverso y oblicuo) trabajan con intensidad permitiéndonos el giro del tronco hacia arriba.

El deltoides (músculo principal del hombro) trabaja tanto en apoyo, en el brazo que está abajo, como en elevación para conseguir que el brazo que se proyecta hacia arriba consiga, no sólo adquirir el alineamiento vertical con respecto al que está abajo, sino, oxigenar y fortalecer todo el hombro.

El triángulo es un asana de trabajo oblicuo o lateral con suave giro de cadera, lo que nos ayuda a fortalecer las caderas, a mantener joven y vital el nervio ciático, pero sobre todo, a alinear la cadera, las rodillas y el tobillo, fortaleciendo así nuestro tren inferior y facilitándonos disfrutar de estar de pie, caminando o realizando algún esfuerzo con las piernas.

Un asana que podemos incluir en nuestra sesión particular poniendo mucha atención en conseguir alinear el tronco con respecto a la línea que marcan los talones (estabilidad) que es la parte más complicada de su desarrollo.  

La respiración que podemos incluir en este asana, puede ser en cintura abdominal o completa, por la sencilla razón de que la posición va a exigir un esfuerzo grande si tratamos de llenar los pulmones con los músculos intercostales. Podemos comenzar con cintura abdominal y más adelante ir metiendo una respiración completa que nos proporcione una mayor dificultad y por lo tanto nos conceda la posibilidad de aumentar nuestra concentración y nuestro control sobre el cuerpo.

Recuerda que “más vale un gramo de práctica que mil kilos de teoría”.

Un inmenso abrazo.


miércoles, 9 de enero de 2013

Aceptemos la importancia del cuerpo físico




Estamos transitando el principio de una nueva era en la que es más importante que nunca comprender que el cuerpo físico es de suma importancia hacia el despertar de la conciencia.

A través de él podemos manifestar nuestro estado mental, emocional y energético, por lo tanto, es muy importante mantenerlo limpio y en forma para que los diferentes  cuerpos dancen en armonía.  

Una persona feliz es fácil de percibir a través de su cuerpo físico, pues es el primer plano expresado en la dimensión en la que estamos viviendo. Más allá del cuerpo podremos, si prestamos atención, percibir dicha felicidad en sus otros cuerpos, debido a que todos ellos danzan unidos.  

Todos hemos vivido la sensación que nos queda cuando hacemos algo sin desear hacerlo, cuando tratamos de engañarnos diciendo que nos sentimos bien a pesar de no ser así o cuando evitamos enfrentarnos a algo que nos demanda energía desplazando nuestra atención. En todos estos casos, el cuerpo físico manifiesta dicho bloqueo de una forma u otra, por ejemplo, a través de una enfermedad de la piel, de una depresión o de cualquier otra enfermedad conocida.  

Nuestra relación con el medio en el que vivimos comienza con nuestro cuerpo físico y se va trasladando a los demás de una forma instantánea, terminando por ser una danza constante que viene teñida de sensaciones que nos transmiten las experiencias que vivimos.  

El cuerpo físico es el primer cuerpo sobre el que tenemos que trabajar comprendiendo como funciona, pues, en cuanto comenzamos a mejorar nuestra comunicación con él, comenzamos a conectar con mucha más intensidad con los demás.

Preguntémonos cómo nos sentimos y observemos el cuerpo para ver como expresa dicha sensación de forma espontánea. Podemos tratar de engañarnos pero el cuerpo desnuda nuestra alma instantáneamente.

De ahí la eficacia de tener una serie de prácticas personales que nos ayuden a estar en armonía con el cuerpo. Cuando uno añade a su forma de vivir hábitos saludables y armonizadores que estén estrechamente dirigidos al bien del cuerpo, nuestra vida comienza a mejorar.

Somos agua, tierra, fuego, aire y espacio y dichos elementos tenemos que mantenerlos en armonía para nuestro bienestar. Parece ser que venimos al mundo con una relación base de estos elementos, los cuales, tenemos que mantener en armonía para que nuestro cuerpo físico esté bien. Las diferentes sensaciones que vamos viviendo durante el día afectan a dicho equilibrio.  Por ejemplo, la ira eleva el fuego, la depresión aumenta la tierra, la hiperactividad genera viento y así hasta cientos de sensaciones con las que vamos a ir caminando durante nuestra vida.

Es importante tener una práctica personal que nos permita ser conscientes de la sensación que estamos trabajando en cada instante, pues, de no equilibrar dicha sensación podríamos estar entrando en un desequilibrio que más tarde el cuerpo sufre y manifiesta en forma de enfermedad.

El yoga es un arte muy completo que trabaja todos y cada uno de los cuerpos, sin descartar ninguno de ellos, comenzando con el primero, el cuerpo físico. Las diferentes etapas de la práctica nos invitan a transitar el conocimiento sobre nosotros mismos desde el cuerpo físico, hasta el cuerpo mental, emocional y energético.

Recordemos lo importante que es admitir que nuestro cuerpo físico es el puente hacia los demás cuerpos, siendo el primer y más rápido de percibir en la dimensión material en la que nos encontramos. Por eso es tan importante prestarle atención, darle lo que necesita y mantenerlo sano para poder elevar nuestra energía hacia plano espirituales, elevados y lleno de luz.

El cuerpo físico es el puente a través del cual podemos despertar del sueño en el que la mente nos invita a estar. A través de su conocimiento podemos elevar nuestro poder personal, nuestras virtudes y potencialidades.

Alimenta, observa y proyecta tu cuerpo físico de una forma consciente, responsable y despierta.

Un abrazo de  luz.