jueves, 21 de marzo de 2013

“Tengo dificultad para coger peso, ¿Cómo me puede ayudar la práctica de yoga?”




Estamos de acuerdo en que actualmente el problema principal es el sobrepeso, pero debemos tener en cuenta que hay un importante porcentaje de personas con el problema contrario, es decir, la dificultad para almacenar grasas, retener líquidos y tener así alguna reserva energética.

Es más, seguro que conoces a alguien en tu entorno excesivamente delgado y aunque es un síntoma físico que se relaciona con “estar bien” o “tener salud” cuando la delgadez rebasa ciertos límites, no lo es. Si profundizas y hablas con estas personas verás que les incomoda su constante bajo peso y que están muy interesados en coger algo de grasa. Pero no saben que hacer para lograrlo y, muchos, aún sabiéndolo no consiguen alcanzar su objetivo.   

Si existe algún tipo de persona que le venga bien practicar pesas, esa es justamente la  persona delgada. Practicar levantamiento de pesas es uno de los ejercicios con más poder de aportar peso y tierra a personas con excesiva movilidad y viento en su vida, excepto en los casos de debilidad corporal provocada por la delgadez.   

El tipo de yoga que les viene bien a los que son delgados, los cuales, suelen ser hiperactivos, nerviosos y en constante movimiento es un yoga relajante con algunas posturas de fuerza que les ayuden a tomar tierra. La sesión que va enfocada a personas con excesiva delgadez, debe ayudarles a relajar su mente hiperactiva y a asentar su cuerpo en la tierra.  

La forma en la que la práctica de yoga nos va a dar la posibilidad de mejorar nuestra situación para poder adquirir esos kilos que nos faltan para sentirnos completos, está estrechamente relacionada con el aumento de la conciencia sobre nuestros hábitos de vida. La práctica de yoga nos permite ser mucho más conscientes de nuestra forma de hacer las cosas, permitiéndonos ver la razón por la que nuestro cuerpo tiende a desgastarse continuamente. De esta forma comprendemos nuestra naturaleza, la tendencia que tiene y la forma de contrarrestarla.   

Lo primero que la práctica de yoga te concede es mucha más conciencia sobre tus hábitos de vida. Lo normal es que una persona delgada sea muy activa y tienda al movimiento, lo que le hace desgastarse y le impide coger peso, aunque coma más pues, lo que aquí nos interesa es parar, ralentizar el ritmo al que vivimos para conseguir aportar a nuestro cuerpo tiempo de reposo para tomar lo que necesita y crear un espacio para almacenar reservas energéticas.    

Si eres de esas personas delgadas que siempre está al límite de sus reservas y siente inquietud por la incapacidad de adquirir unos kilos de más, debes tener en cuanta lo siguiente:

El cuerpo engorda es a través de los alimentos que tomamos, de la forma en la que los comemos y, sobre todo, de los hábitos con los que los acompañamos. Si observas a la gente obesa, verás que tienen hábitos tranquilos y que se toman la vida con mucha parsimonia. Y sin embargo, a ti parece faltarte tiempo para todo, pues siempre tienes algo que hacer, ya sea físico o mental. Siempre dándole vuelta a todo.

¿Y si nos intercambiáramos los papeles por unos días? ¿Qué sucedería? Pues, como podrás comprender, el que tiene sobrepeso perdería y el que lo necesita lo cogería. Ahora, ¿cómo puede una persona delgada adoptar hábitos para engordar? Pues añadiéndolos a su vida y manteniéndolos el tiempo suficiente como para que comiencen a ser parte de tu forma de hacer las cosas.

Una de las cosas que te va a ayudar a conseguir el objetivo de aumentar el peso es tener el objetivo final en tu mente y la sensación que te transmite dicho objetivo futuro cumplido. Visualízalo un poco cada día y observa como tu cuerpo, una vez que mantienes lo nuevos hábitos, comienza a coger peso.

Por lo tanto y resumiendo, lo que podemos hacer para conseguir alcanzar un peso más equilibrado es:

1.      Ser conscientes de nuestra naturaleza activa y comprender que debemos cambiar nuestros hábitos mentales y físicos para ralentizarla.
2.      Aportar hábitos más tranquilos y sosegados en todos los aspectos. Comer a una hora determinada siguiendo un orden, incluyendo en nuestra dieta alimentos más pesados, dormir la siesta cuando nos sea posible, añadir ejercicios anaeróbico para aportar más tierra, como las pesas o un yoga más relajante con ciertas posturas de fuerza, etc. 
3.      Tomar alimentos pesados que requieran de una digestión lenta, dándole a cuerpo el tiempo de relax que necesita para desplegar el mecanismo metabólico ideal para poder digerir y absorber los alimentos.   
4.      Mantener el objetivo de tener un peso más equilibrado y sentir la sensación de vivirlo mientras nos acercamos el objetivo.

Todo objetivo tiene un camino y para conseguirlo hay que recorrerlo. Comenzamos por creer en ello y luego hacemos lo necesario para lograrlo. Así que, ánimo, creé en ti y pon de tu parte todo lo que esté en tus manos, pues, pronto comenzarás a coger peso y a estar un poco más tranquilo y a gusto. El cuero es parte de la experiencia de la vida y ahora tienes algo más de información sobre como mantenerlo en equilibrio.

Espero que este artículo haya sido de vuestro agrado.


jueves, 7 de marzo de 2013

“¿Qué puedo hacer para conseguir, por fin, hacer yoga por mi cuenta todos los días?”




El 28 de Septiembre del año pasado escribí un artículo referente a este tema. En aquella ocasión hablé de tener disciplina y perseverancia, además de saber como desarrollar una sesión de yoga, pero me olvidé de algo muy importante y es el proceso mental que acompaña todo acto, sin el cual, nada llega a realizarse.

Y fue exactamente el taller de “tu sesión de yoga” que di el pasado 2 de Marzo el que me sirvió de inspiración para encontrar la herramienta que nos va a permitir conseguir el objetivo de saber qué hacer para crear el poderoso hábito de hacer yoga todos los días. Luego, claro está, dependerá de ponernos a hacerlo o no.

Antes de explicar dicha herramienta, debemos recordar como funcionamos los seres humanos. Y para ello te voy a pedir que hagas memoria y recuerdes la razón esencial por la que has hecho todo hoy, prestando atención a la razón mental que ha precedido cada cosa que has hecho, o por lo menos y ante la dificultad que entraña este ejercicio, te centres en las cosas que te han trasmitido bienestar.

Para que te sirva de ejemplo, yo hoy me di un masaje de aceite en el cuerpo gracias a lo siguiente:

  1. He recordado los beneficios de dicha práctica personal.
  2. He pensado “Qué bien me sienta hidratar mi cuerpo" "La salud de mi piel será mejor y estará más flexible durante el día”.
  3. He recordado el placer y suavidad de extender el aceite por mi cuerpo. Me he visto la piel muy bien tras el masaje.
  4. He imaginado sentir el placer de la sensación de masajear los músculos y articulaciones.
  5. Estos pasos anteriores se entrelazan en una imagen en la que me veo embadurnado de aceite, sonriente, lleno de luz y energía, que proyecto antes de iniciar la experiencia.
  6. A todo este proceso lo voy a llamar PMP (proyección mental precedente).

Puede que estés de acuerdo o no, pero, todo lo que hacemos durante el día viene precedido de diferentes PMP que nos animan a hacer ciertas cosas. Lo más importante es que podemos añadir tantas como deseemos para conseguir agregar a nuestra vida nuevos  hábitos con respecto a las cosas que nos gustarían vivir y experimentar.  

Entonces, ¿qué puedo hacer para conseguir por fin hacer yoga todos los días? Pues, lo primero que vamos a hacer es trabajar para crear esa PMP. Tras ello iremos creando el hábito, disfrutando de los grandes beneficios de hacer yoga.

Antes de comenzar debemos tener en cuenta que hay personas que parten de tener la  experiencia de la práctica de yoga y sus beneficios, por lo que para ellos podría ser más fácil crear su PMP. Sin embargo existen personas que no tienen la experiencia, pero si han escuchado hablar sobre los beneficios del yoga o han realizado actividades similares, por los que, aunque un poco más complicado, también podrán crear su PMP. Aunque siempre existe la posibilidad de probar una clase o de investigar sobre sus beneficios. 

  1. En primer lugar y si ya conoces los beneficios, nómbralos como si estuvieses haciendo una lista en tu cabeza. 
  2. Proyecta alguna frase de poder tipo “Donde hay yoga hay salud” “Comenzar haciendo yoga me permite vivir un día más dichoso” “Con yoga trabajo todo mi cuerpo preparándolo para vivir más feliz”.
  3. Ahora recuerda todas las buenas sensaciones que te ha proporcionado la experiencia de hacer yoga o actividad similar.
  4. Con ello haz una imagen en la que se entrelace toda información, viéndote a ti sentir, recibir y vivir la experiencia. Dele color, movimiento y sonido para inyectarle más fuerza y así plasmarla en tu mente.
  5. Ese es tu PMP, el cual, tendrás que proyectar antes de casa sesión para fortalecer tu hábito y ayudarte a caminar a pesar de los obstáculos que puedan surgir.

Ahora ya tienes una herramienta poderosa para comenzar tu práctica, una vez que tengas un espacio donde practicar, una hora a la que hacerlo, además de un antideslizante y una  manta para la relajación final. 

Los primeros días serán los más complicados y no debemos bajar la guardia cuando venga la mente para sabotearnos y hacernos perder el rumbo. Añade a tu PMP todos los ingredientes que la fortalezcan, como son los beneficios de sentirte en plena calma en la sesión, la buena forma física que adopta tu cuerpo y tu mente, pues, no cabe duda de que el yoga nos ayuda a calmar, limpiar y enfocar nuestro sistema de creencias, borrando los que no nos sirven para ser felices y añadiendo otros que nos aportan calma, dicha y bienestar.

Espero que este artículo haya sido de tu agrado.

Un abrazo inmenso.