lunes, 31 de marzo de 2014

¿Cómo sé si estoy haciendo bien la posición de yoga o ásana?



Vivimos momentos en los que tener una práctica personal es necesario para poder caminar de forma paralela al ritmo que el trepidante sistema de vida actual imprime a nuestras vidas.

Son cada vez más las personas que se acercan al mundo del yoga con la intención de encontrar esa fuente de luz y armonía que tanto necesitamos todos para, por fin, sentir la calma necesaria que nos ayude a disfrutar de la oportunidad de vivir.

Sin embargo sigue ganando la partida la necesidad de mejorar nuestro estado físico y la creencia de que para sacar rendimiento de la práctica es necesario “tener la sensación de haber hecho algo” durante la sesión. Ya sabéis a que me refiero y no es otra cosa que eso que sentimos cuando vamos a correr, escalar o hacer alguna actividad en la que, al terminar, sentimos esa sensación de relajación por el esfuerzo desarrollado. Es como una mezcla de agotamiento y relajación que, en la mayor parte de las ocasiones, confundimos con la verdadera sensación de calma y bienestar de una adecuada práctica de yoga.

Con esto no quiero decir que en muchas ocasiones y debido a la relación entre nuestro estado físico-mental y la estructura de la sesión en la que participemos podamos terminar sintiendo la sensación de estar agotados más que relajados, y sin embargo, existe una forma para, independientemente de tu estado físico-mental, la sesión, el estilo o el maestro con el que estés, sacar siempre una muy buena sensación de haber trabajado cuerpo y mente, además de sentir una profunda sensación de paz interior al terminar la sesión sin necesidad de generar estados de esfuerzo excesivo y agotamiento.

Para que, hagas la sesión que hagas, independientemente de tu estado de forma física y mental, consigas sacar el mejor partido de la práctica de hatha yoga, vas a tener que poner en práctica un elemento fundamental durante toda la sesión, la respiración consciente, equilibrada y profunda.

La respiración es el pilar más importante de la práctica, sin el cual, no podremos encontrar los verdaderos beneficios de la práctica. Es habitual hablar de él al principio y luego entrar de lleno en las posiciones para caer en la tentación de generar estados de agotamiento similares a los que encontramos cuando hacemos ejercicio físico , creyendo que dicha sensación de “paz” es lo que proporciona el yoga, cuando lo que estamos consiguiendo es desgaste físico y mental.

Por lo que apunto que es de esencial importancia hacer continuo hincapié y memoria de la importancia que tiene la respiración consciente y equilibrada durante todas y cada una de las sesiones de hatha yoga que pongamos en práctica.

La ejecución de una posición debe ir apoyada en tres pilares, la correcta técnica de la posición, estabilizar y parar dentro de ella para trabajar la observación y, la más importante, aplicar una respiración consciente, equilibrada y fluida que nos demuestre que estamos haciendo un trabajo de calidad.

La respiración decidirá el tiempo mínimo y máximo que podemos estar en una posición, al igual que nos ayudará a avanzar en la senda de la práctica sacando el máximo beneficio de este arte en todos sus aspectos, es decir, en la práctica de las posiciones o ásanas, como en los ejercicios de limpieza, en los ejercicios de pranayama o  respiratorios como en las demás sendas que marca la práctica.  

Por lo tanto recuerda, en todas y cada una de las posiciones que hagas, poner en práctica una respiración de calidad, siempre, recordando que este es un elemento imprescindible para avanzar, mejorar y descubrir la esencia de la práctica de yoga.  


Un saludo.