martes, 21 de julio de 2015

Los 8 caminos del yoga. La relación con lo externo. La acción pacífica.



Seguro que te has encontrado en alguna ocasión en medio de una conversación donde alguien dice ser profesor de yoga. Tras unos minutos, percibimos que dicho profesor de yoga no difiera mucho de otras personas con las que coincidimos durante el día. Es más, muchos de ellos no cumplen muchos de los aspectos que demandan los 8 caminos del yoga, como son ser pacífico de pensamiento, palabra y acto.

Vivimos en una cultura donde cualquier persona puede enseñar cualquier cosa, pero, ¿no sería realmente útil que los que enseñan una materia la llevasen integrada en su forma de vida para que fuera más eficaz?

En los siguientes artículos que iré colgando estos días, voy a abordar algo de suma importancia, que no es otra cosa que lo que es yoga en toda su dimensión y lo que supone tanto para el que enseña como para el que recibe dicha formación de vida.

Si tenemos en cuenta lo que sugiere la senda del yoga, tendremos que cumplir algunos aspectos relacionados con nuestra forma de relacionarnos con nosotros y con el mundo que nos invitará a rozar formas de existir que sólo algunos seres humanos han podido desarrollar a lo largo de su vida.

Si apuestas por enseñar y compartir yoga, lo que vas a leer a continuación es algo que debes tener en cuenta para poder evaluar tu labor en el campo de este arte milenario que puede hacerte comprender la luz que llevas dentro y la forma de compartirla con los demás.  

Uno de los preceptos principales es la no violencia, lo cual, nos propone que tanto en nuestros pensamientos, palabras como en nuestros actos, no haya violencia, sino paz y armonía. ¿Qué significa esto exactamente? Bien, la no violencia, o para empezar a verlo desde una perspectiva distinta, la paz, es una forma de vivir que viene apoyada en la idea de aportar paz en todo lo que pensamos, decimos y hacemos.

Manifestarse en paz es una forma de vivir no compatible con lo que vende el sistema de consumo, violento y controlador en el que vivimos y vemos todos los días. Ser pacífico va en contra de las necesidades del sistema y  destaca por ser algo extraño y peculiar entre los seres humanos programados por el sistema actual.  

Manifestarse de una forma no violenta es algo que no es lógico, que no sigue un patrón social y menta coherente con "lo que es la vida y la forma de sobrevivir te invita a estar alerta, a ser violento si deseas sobrevivir".

¿Sería compatible esto con comer alimentos animales? No, ya que para poder comerte un animal debes matar, es decir, ejercer la violencia, tanto si lo haces directamente como si demandas tal acción.   

¿Sería esto compatible con el uso de un lenguaje agresivo que juzgue o ataque a alguien? No, ya que todo rastro de violencia en nuestra forma de pensar, hablar o hacer, es una forma de evitar este precepto.

¿Podría ser compatible con la necesidad de herir físicamente a alguien, ya sea a través de los pensamientos, las palabras o nuestros actos? No, ya que toda forma de agresión está englobada dentro de la violencia. La crítica y la queja forman parte de un nivel de violencia sumergido que puede llegar a crear brotes de violencia importantes.  

Si deseas trabajar la no violencia o la paz, puedes:

1.     Integrar prácticas personales que te permitan estar más presente con respecto a los pensamientos que proyectas, las palabras que usas y los actos que ejecutas. Impregnar todo esto de amor es el camino.
2.     Hacer una evaluación diaria, antes de irnos a dormir de los momentos en los que hemos sido violentos para aprender y aportar una nueva forma de hacer las cosas.
3.     Nutrir nuestros pensamientos, forma de comunicación y actos de paz de una forma práctica, en todo lo que hacemos durante el día.
4.     Recordar que eres luz y oscuridad y que siempre puedes elegir entre manifestar paz o violencia.
5.     Construir una forma de vida que te ayude a crear paz y dejar apartada la violencia.
6.     ¡¡¡Practicar Yoga a diario!!!


Un abrazo inmenso.